Un nuevo informe elaborado por el fondo para la niñez y dos organizaciones humanitarias revela que los recursos destinados a las zonas más afectadas por el cambio climático desatienden lamentablemente las necesidades de los niños.
Sólo el 2,4% de los principales capitales mundiales para el clima apoyan acciones dirigidas a la infancia, apunta un nuevo informe de la Iniciativa de los Derechos Medioambientales de la Infancia, que incluye al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y las organizaciones humanitarias Plan International y Save the Children.
Según el Índice de Riesgo Climático para la Infancia de UNICEF, más de mil millones de niños corren un riesgo extremadamente alto de sufrir los efectos de la crisis climática.
El estudio basó sus conclusiones en tres criterios que evalúan la financiación de los principales fondos climáticos multilaterales que respaldan la tarea de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París:
- Abordar los distintos riesgos que sufren por la crisis climática
- Reforzar la capacidad de recuperación de los servicios sociales críticos para la infancia
- Potenciar a los niños como agentes de cambio
De todo el dinero destinado durante 17 años, hasta marzo de 2023, por los fondos climáticos multilaterales a proyectos relacionados con el medio ambiente, sólo una pequeña parte (el 2,4%) cumplió los tres requisitos, lo que supuso una inversión de 1200 millones de dólares.
El informe también señala que esta cifra puede estar sobreestimada.
Aunque los fondos climáticos multilaterales aportan una parte relativamente pequeña en el ámbito de la financiación global para el clima, juegan un papel vital a la hora planificar y coordinar las inversiones de otras instituciones financieras públicas y privadas que son necesarias para impulsar un cambio más amplio.
La escasez de agua y alimentos, las enfermedades transmitidas por el agua y los traumas físicos y psicológicos afectan de manera desproporcionada a los niños. Todos estos factores están relacionados tanto con fenómenos meteorológicos extremos como con efectos climáticos de lenta evolución.
«Los niños están expuestos al menos a uno -y a menudo a varios- riesgos climáticos. La financiación e inversión necesarias en materia de adaptación de servicios sociales críticos, como la sanidad y el agua, ante riesgos climáticos son insuficientes y no tienen en cuenta las necesidades urgentes y específicas de los niños. Esto debe cambiar», afirmó Paloma Escudero, asesora especial de UNICEF para la defensa de los derechos de la infancia frente al cambio climático.
El estudio indica que a menudo se trata a los niños como un grupo vulnerable en vez de considerarlos como partes interesadas activas o agentes de cambio. Menos del 4% de los proyectos, que representan únicamente el 7% de la inversión en fondos climáticos multilaterales (2580 millones de dólares), tienen en cuenta de forma explícita y significativa las necesidades y la participación de las niñas.
La Iniciativa de los Derechos Medioambientales de la Infancia insta a los fondos multilaterales para el clima a actuar con rapidez y pide fondos para cubrir las pérdidas y los daños causados por el cambio climático priorizando el bienestar de los niños.
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