La agencia de meteorología de la ONU anuncia que las condiciones de El Niño han comenzado en el Pacífico tropical por primera vez en siete años, preparando el escenario para un probable aumento de las temperaturas globales y patrones meteorológicos y climáticos perturbadores.
Una nueva actualización de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) pronostica que hay un 90% de probabilidades de que el fenómeno de El Niño continúe durante el segundo semestre de 2023. Se espera que sea, como mínimo, de intensidad moderada. La actualización de la agencia combina previsiones y orientaciones de expertos de todo el mundo.
«La aparición de El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de que se batan récords de temperatura y de que se desencadene un calor más extremo en muchas partes del mundo y en el océano», dijo el secretario general de la OMM.
Petteri Taalas explicó que «la declaración de El Niño por parte de la Organización es la señal para que los gobiernos de todo el mundo tomen medidas para limitar las repercusiones en nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías. Las alertas tempranas y la acción anticipatoria de los fenómenos meteorológicos extremos asociados a este importante fenómeno climático son vitales para salvar vidas y medios de subsistencia».
El Niño se produce por término medio cada dos a siete años, y los episodios suelen durar entre nueve y doce meses. Se trata de un patrón climático natural asociado al calentamiento de las temperaturas superficiales del océano Pacífico tropical central y oriental. Pero se produce en el contexto de un clima modificado por las actividades humanas.
Efectos típicos
El Niño suele asociarse a un aumento de las precipitaciones en algunas zonas del sur de Sudamérica, el sur de Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia central. Por el contrario, este fenómeno también puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia, partes del sur de Asia, Centroamérica y el norte de Sudamérica.
Durante el verano boreal, las aguas cálidas de El Niño pueden alimentar los huracanes en el centro/este del Océano Pacífico, mientras que podrían dificultar la formación de huracanes en la cuenca atlántica. En general, el fenómeno tiene el efecto contrario al de La Niña reciente, que finalizó a comienzos de este año.
Situación actual y perspectivas
La OMM reportó que, desde febrero de 2023, las anomalías mensuales de la temperatura media de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial central-oriental se han calentado significativamente, pasando de casi medio grado Celsius por debajo de la media (-0,44 en febrero de 2023) a alrededor de medio grado Celsius por encima de la media (+0,47 en mayo de 2023).
En la semana centrada en el 14 de junio de 2023, las anomalías cálidas de la temperatura superficial del mar han seguido aumentando, alcanzando un valor de +0,9 grados Celsius.
La evidencia colectiva de las observaciones oceánicas y atmosféricas apunta fuertemente hacia la presencia de condiciones de El Niño en el Pacífico. Sin embargo, persiste cierta incertidumbre debido a que el acoplamiento océano-atmósfera es débil, lo que resulta crucial para la amplificación y el mantenimiento de El Niño. Se prevé que habrá que esperar aproximadamente un mes más para observar un acoplamiento plenamente establecido en el Pacífico tropical.
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