Para empezar, estoy muy feliz de haber recuperado el maillot amarillo. Obviamente queríamos atacar en el Tourmalet, si bien supone un dispendio de energía. Tadej [Pogacar] ha estado fortísimo; merece la victoria de etapa. No me ha sorprendido nada verle resurgir después de la etapa de ayer. Lo que queda de Tour de Francia va a ser espectacular. Sería mejor contar con una ventaja de dos minutos que con sólo 25 segundos, pero siempre es preferible estar por delante y vestir el maillot amarillo. Las etapas del País Vasco fueron preciosas y propiciaron el que probablemente sea uno de los inicios más duros para un Tour de Francia. El presidente Macron se acordaba de mí del año pasado; me ha deseado buena suerte para el resto de la carrera.

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