En un acto institucional a la altura del futbolista que más partidos ha vestido la camiseta del Barça, el Auditori 1899 se ha vestido de gala para despedir formalmente a Xavi Hernández, después de que el pasado 21 de mayo anunciara que había llegado la hora de abandonar el equipo azulgrana después de diecisiete temporadas.

El centrocampista ha estado rodeado de familiares, amigos, compañeros y ex compañeros de vestuario, como su amigo Carles Puyol, una representación de las secciones del Club, con Víctor Tomás y Juan Carlos Navarro a la cabeza, y una delegación de directivos del FC Barcelona, encabezada por el presidente de la entidad, Josep Maria Bartomeu. El capitán, en su parlamento de despedida, ha comentado que quiere marcharse con una Champions bajo el brazo y ha asegurado que «espero que esto no sea una adiós, sino un hasta pronto». «Llegué hace 25 años y, ni en el mejor de mis sueños, podría haberme imaginado lo que he vivido. El que tengo que estar agradecido soy yo. Soy muy feliz», ha agregado en un acto que ha aglutinado a unos 120 periodistas.

Además, ha asegurado que «lo más bonito que me llevo son las amistades» y, en esta misma línea, ha querido valorar el apoyo de todas las personas que han pasado por su vida futbolística, desde su entrenador del fútbol base, Joan Vilà, hasta Luis Enrique, pasando por ex compañeros de vestuario como Oleguer, Jorquera o Marc Crosas. Palabras especiales las que ha tenido hacia Tito Vilanova y Luis Aragonés, que fueron una parte importante de su vida.

«Gracias al Barça y a todos los que hacen posible el Barça. Estaré eternamente agradecido», ha sentenciado, para terminar, antes de recibir una camiseta firmada y una imagen aérea del mosaico y del ‘tifo’ que el Camp Nou le preparó el día de la celebración de la Liga, coincidiendo con el anuncio del su adiós.