Un inicio fulgurante en la Premier League permitió a Alejandro Garnacho estar a punto de ganarle un penalti al United en los primeros minutos (el árbitro John Brooks pitó un tiro libre en la frontal del área), pero ese drama inicial no presagió una primera mitad en la que ninguno de los porteros se vio realmente afectado.

El partido cobró algo de ritmo tras el descanso, pero, salvo un par de medias ocasiones en ambos lados, ninguno de los dos equipos pareció realmente capaz de abrir el marcador.

Fue el primer derbi de Manchester de Ruben Amorim en Old Trafford y los Reds suman un punto, pero fue un encuentro que probablemente no perdurará en la memoria.

Alejandro Garnacho mostró algunas chispas interesantes en una primera mitad por lo demás bastante tranquila. PRIMERA MITAD – EN BUSCA DE LA CHISPA

Los Reds no tardaron en imponerse a la defensa del City. Garnacho provocó una falta tan cerca de la frontal del área rival en el segundo minuto que muchos creyeron que se había señalado penalti.

Bruno Fernandes no pudo dirigir esa jugada a balón parado a corta distancia más allá de la barrera, pero fue un disparo de aviso temprano.

A pesar de ese inicio rápido, el partido se asentó con mucha más calma durante la primera parte de la primera parte, sin que ninguno de los porteros se pusiera a prueba hasta el primer disparo a puerta gracias a un tímido remate de Kevin De Bruyne, quien anunció a principios de esta semana que dejará a nuestros rivales de la ciudad al final de la temporada.

Momentos después, el balón estaba en el otro extremo del campo cuando Diogo Dalot elevó un centro perfecto a la cabeza de Garnacho, pero, quizás viéndolo tarde, el internacional argentino no pudo dirigirlo a portería.

El joven de 20 años, sin duda el jugador más influyente del United en el partido hasta ese momento, volvió a intervenir unos minutos después, centrándole el balón a Patrick Chinazaekpere Dorgu dentro del área, pero el danés no tuvo tiempo de preparar sus pies para el disparo.

El United empezaba a apretar un poco el paso, creando una buena jugada de pases similar a la que vimos contra el Nottingham Forest a principios de semana, demostrando que los hombres de Ruben Amorim tienen mucho más en su arsenal ofensivo que las potentes carreras a la espalda.

Pero, a pesar de que Fernandes dictaba esos pases desde el centro, como suele hacer con los Reds, los hombres de Amorim tenían dificultades para convertir esos periodos de posesión en ocasiones que pudieran preocupar a Ederson.

El City había tenido más el balón; el United, más ocasiones; pero en general, había sido un comienzo bastante flojo en esta edición del derbi de Manchester.

Bruno Fernandes controlaba el partido desde el centro cuando el United tenía el balón. SEGUNDA MITAD – EMPATE EN EL 16

Si bien los Reds habían arrancado el partido con fuerza en los primeros minutos, fue el City quien planteó una gran duda en los primeros instantes de esta primera parte: un mano a mano con Phil Foden que requirió una entrada desesperada y en el momento justo de Noussair Mazraoui para desviar el peligro y evitar un penalti, ya que el inglés se tambaleó.

El partido tuvo un poco más de intensidad tras el descanso, pero la hora de juego transcurrió sin goles ni paradas importantes.

Un penalti pitado reanimó a Old Trafford poco después, pero las repeticiones mostraron que el centro que Dorgu lanzó con precisión chocó con el pecho de Dias mientras el central se desplomaba en el suelo.

En el otro extremo, con el sol de frente, André Onana acertó al desviar dos potentes disparos de Omar Marmoush con pocos minutos de diferencia —el primero de tiro libre y el segundo en jugada—, dejando nuestra portería a cero.

André Onana respondió bien a algunas de las preguntas más difíciles de Omar Marmoush en la segunda mitad.
El defensa rival, Nico O’Reilly, parecía decidido a aprovechar el rebote del segundo intento, pero no logró dominar el balón antes de ser declarado fuera de juego.

Joshua Zirkzee sustituyó a Rasmus Hojlund durante los últimos 20 minutos del partido e inmediatamente se dedicó a hostigar a la defensa del City, provocando el rugido de Old Trafford en el túnel tras una sola jugada de presión. Casi les dio mucho más de qué alegrarse, poco después, al rematar de primera un centro de Garnacho que casi pilló por sorpresa a Ederson, pero el brasileño logró despejarlo con la palma de la mano.

El holandés parecía tener más posibilidades de crear algo en las últimas fases del partido, conectando bien el juego y metiéndose en la contienda para intentar finalizar jugadas en múltiples ocasiones.

Pero, en realidad, desde el inicio del partido, parecía un encuentro destinado al empate.

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