Buena actuación de los nerazzurri en Cerdeña: dos goles y dos postes y otra portería a cero. Son seis puntos en dos partidos
Dos goles, otra portería a cero, otros tres puntos. El Inter repite el éxito de la primera jornada en Monza, conquista el campo del Cagliari y envía otro mensaje: buen juego, solidez, un Lautaro implacable, un asistente de Thuram, un gran Dumfries, un esfuerzo colectivo y continuo, hasta el 95′. Con estos ingredientes, el Cagliari no puede más que rendirse, sobre todo teniendo en cuenta una primera parte realmente irresistible.

El mismo 11 presentado en Monza, el mismo resultado: muchos hombres para atacar el área contraria, una propensión a construir mucho juego, desarrollada sobre todo gracias al diálogo entre los delanteros y los centrocampistas y la gran pierna de los quintos en el centro del campo. devastador en los espacios de ataque. Luego está Lautaro, inspirado, capaz de inventar magia de la nada: como en el minuto 14, cuando pega al poste un enorme pase volador con un balón que llueve del cielo. Son pruebas de goles, que llegan en el minuto 21: es Thuram, bueno durante todo el partido para empatar el partido, recuperar el balón y servirlo en la carrera hacia Dumfries. El disparo diagonal de Denzel fue ganador, y el lateral holandés anotó en la segunda jornada después de dar una gran asistencia en la primera.

RESUMEN DEL PARTIDO 28 de agosto de 2023
Cagliari 0-2 Inter | Aspectos destacados | Serie A 23/24

La ventaja da al Inter la posibilidad de controlar el ritmo, pero el Cagliari está vivo. Se apoya sobre todo en los cabezazos de Pavoletti, a menudo sacados peligrosamente desde la derecha. Sin embargo, a la media hora, un auténtico espectáculo de fútbol le da al Inter el doblete. Dimarco vuela hacia la izquierda y sirve a Lautaro en el centro: Toro es un mago, regatea con un volantazo en el área y deposita en el área. Dos a cero, sacrosanto, que se suma a la lesión de Pavoletti: entra Luvumbo, muy rápido e impredecible, que da nuevas soluciones al Cagliari.

La segunda parte nerazzurri fue inevitablemente menos agresiva que en la primera parte. Un ritmo más lento, el equipo en control. Hay poco entretenimiento, el Cagliari confía en Luvumbo y sus iniciativas, mientras el Inter se las arregla, sin correr riesgos. El partido se reavivó en la final, cuando Cagliari casi pone contra las cuerdas al Inter, con un par de paradas importantes en el área. Cuando el Inter se enfrenta al ataque, también gracias a las fuerzas frescas de los recién llegados, siempre es letal: Arnautovic-Cuadrado, la pareja sirve un balón de oro a Calhanoglu, que golpea el segundo palo nerazzurri en el partido. Y, en la final, también está la firma de Sommer: fantástica parada a Azzi en el minuto 90, con el balón clavado en la línea. Una parada que asegura el 2-0, los tres puntos, la segunda portería a cero.

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