El Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, que se celebra cada año el 7 de septiembre, está dirigido a sensibilizar y movilizar la acción mundial para hacer frente a la contaminación del aire, una problemática que el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, calificó recientemente de «emergencia mundial».
Los contaminantes atmosféricos son los mayores riesgos ambientales directos para la salud de nuestro tiempo, ya que el 99% de la población mundial respira aire insalubre. La exposición a la contaminación del aire aumenta significativamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y pulmonares, cáncer y otras dolencias, causando más de 6,7 millones de muertes prematuras al año.
En el cuarto Día del Aire Limpio, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se reunió con Martina Otto, directora de la secretaría de la Coalición Clima y Aire Limpio, convocada por el PNUMA, a fin de averiguar cómo el mundo entero puede contrarrestar las consecuencias de la contaminación atmosférica.
¿Por qué es importante el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul?
Martina Otto (MO): Casi todo el mundo respira aire contaminado. Sin embargo, no todos respiramos el mismo aire: a menudo las diferencias en los niveles de contaminación atmosférica coinciden con otras desigualdades. La exposición a cualquier nivel puede tener consecuencias para la salud que merman la calidad de vida y conllevan costes para el individuo, nuestras sociedades y nuestras economías.
Del mismo modo que reducir la contaminación del aire es fundamental para mejorar la salud humana, también lo es para hacer frente a la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los desechos, así como para ayudarnos a cumplir con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El Día del Aire Limpio sensibiliza sobre los graves efectos de la contaminación atmosférica y reúne a investigadores, empresas, gobiernos y particulares para abordar estos problemas.
¿Qué importancia tiene el lema de este año «Juntos por un aire limpio»?
MO: Tenemos las soluciones para abordar el problema de la contaminación atmosférica, pero para aplicarlas a gran escala es necesario que todos nos unamos, que trabajemos más allá de los límites sectoriales y de los diferentes niveles de responsabilidad administrativa. Aunque la contaminación del aire repercute significativamente en las zonas cercanas a su lugar de origen, también puede viajar miles de kilómetros en la atmósfera.
Si bien no podemos influir en cómo sopla el viento, sí podemos cooperar para encontrar soluciones a los problemas de regulación y aplicación de la legislación correspondiente. Por ejemplo, las inversiones pertinentes pueden convertir los residuos agrícolas en valiosos recursos o energía, lo que reduciría las quemas al aire libre.
Dado que se trata de un problema intrínsecamente transfronterizo, hacer frente a la contaminación del aire de manera significativa requiere buscar soluciones transfronterizas, propiciar la cooperación entre las ciudades y sus zonas circundantes y establecer acuerdos regionales y una plataforma mundial que facilite el intercambio de experiencias entre regiones.
Por eso el tema de este año 2023 se centra en la necesidad de fortalecer las alianzas, incrementar las inversiones y asumir una responsabilidad compartida. Necesitamos la actuación a todos los niveles de todas las partes interesadas en todos los sectores.
¿Cuáles son las principales fuentes de contaminación del aire?
MO: Aunque la contaminación del aire puede proceder de fuentes naturales, como las erupciones volcánicas y las tormentas de polvo, la mayor parte de la población mundial se ve afectada por la contaminación del aire causada por el ser humano. Las principales causas antrópicas de la contaminación atmosférica son la generación de electricidad, el transporte, las industrias, la calefacción y la cocina, la agricultura y la quema de desechos. Muchas de ellas son también fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero, y algunos contaminantes son agentes dobles, que provocan tanto contaminación atmosférica como calentamiento a corto plazo.
¿Cómo afecta la contaminación del aire a la salud humana?
MO: La contaminación atmosférica en general es una gran preocupación para la salud humana, pero nos preocupa especialmente el impacto del material particulado fino (PM2,5). Estas partículas son invisibles al ojo humano y su tamaño es hasta 40 veces menor que la anchura de un cabello humano. Debido a su tamaño, estas diminutas partículas pueden penetrar profundamente en los pulmones, donde causan inflamación, y también pueden pasar al torrente sanguíneo y dañar el corazón.
La contaminación tiene efectos a largo plazo (cardiopatías, cáncer, accidentes cerebrovasculares, etc.) y a corto plazo (irritación de ojos, nariz y garganta, dificultad respiratoria, tos, ataques de asma, etc.).
Tendemos a expresar el impacto sobre la salud a través del número de muertes prematuras. Pero nuestra calidad de vida cotidiana también se ve afectada. La contaminación del aire afecta a todos los grupos etarios, pero las personas más vulnerables son quienes más la sufren. Incluso puede afectar al desarrollo de los aún no nacidos.
¿Qué podemos hacer para mejorar la calidad del aire?
MO: Las estrategias de aire limpio varían en función de los contextos locales. No hay una única solución válida para todos; mejorar la calidad del aire requiere múltiples soluciones en distintos sectores. Sin embargo, todos podemos y debemos actuar. Los individuos deben tomar decisiones que promuevan un aire limpio. Las empresas y las industrias pueden limpiar sus procesos y productos a lo largo de toda su cadena de valor. Asimismo, debemos dar prioridad al aire limpio en la planificación urbanística y en la legislación y aplicación de la normativa por parte de los gobiernos locales y centrales.
Hay algunos elementos comunes. Los gobiernos pueden establecer y hacer cumplir las normas sobre contaminación del aire y cumplir las metas establecidas en las directrices de 2021 de la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, deben aumentar la capacidad de vigilancia y evaluación de la calidad del aire. Las empresas e industrias pueden añadir la calidad del aire a sus actividades de responsabilidad social corporativa, informar y controlar la contaminación que emiten y promover activamente programas para reducir las emisiones.
¿Hay algo que una persona común y corriente pueda hacer para contribuir a poner fin a la contaminación del aire?
MO: La mayor parte de la contaminación del aire es estructural y está arraigada en los procesos económicos que sustentan las sociedades modernas, por lo que debemos empezar por informar a las personas sobre los niveles de contaminación atmosférica en su lugar de residencia y cómo les afecta. Asimismo, podemos optar por compras ecológicas y adaptar nuestra forma de movernos y cocinar. También debemos exigir cambios estructurales a las empresas y a los gobiernos locales y centrales. Las acciones individuales pueden parecer pequeñas, pero si las multiplicamos por el número de habitantes del planeta, se acumulan y suman un gran aporte. Por tanto, debemos actuar juntos por un aire limpio.
El 7 de septiembre de cada año se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul. El día está destinado a crear mayor conciencia y facilitar la adopción de medidas para mejorar la calidad del aire. Se trata de un llamamiento mundial para encontrar nuevas formas de actuar por las metas ambientales, reducir la cantidad de contaminación atmosférica que provocamos y garantizar que todo el mundo, en todas partes, pueda disfrutar de su derecho a respirar aire limpio.
unep.org