Los océanos son un componente esencial de los ecosistemas de la Tierra, y la salud de los océanos es fundamental para mantener la salud del planeta. Dos de cada cinco personas viven relativamente cerca de la costa, y tres de cada siete dependen de los recursos marinos y costeros para sobrevivir. Nuestros océanos regulan el clima y procesan los nutrientes mediante ciclos naturales, prestando a la vez muy diversos servicios, entre ellos recursos naturales, alimentos y empleos que benefician a miles de millones de personas.
Dado el valor primordial de los océanos para la salud de nuestro planeta y la prosperidad de la gente, ellos constituyen un elemento esencial de la manera en que proyectamos el desarrollo sostenible, incluido el nuevo conjunto de objetivos de desarrollo sostenible que se está preparando para orientar la lucha contra la pobreza en el mundo durante los próximos 15 años.
El cambio climático plantea un gran desafío para la salud y la productividad de los océanos. Las conclusiones de la ciencia son precisas: los seres humanos han provocado cambios en el sistema climático que están vinculados con el calentamiento de los océanos. Los niveles del mar están aumentando con efectos devastadores para las comunidades vulnerables, en particular para las personas que viven en los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Los océanos absorben una gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero y en consecuencia son cada vez más ácidos. Los ecosistemas oceánicos se están degradando. Los corales, que sirven de sustento para tantos organismos marinos, son vulnerables a la decoloración e incluso pueden ser destruidos por el aumento de la temperatura del agua.
El Día Mundial de los Océanos es una oportunidad para reafirmar nuestra determinación de apreciar, proteger y restaurar nuestros océanos y sus recursos.