Un gran resultado, dos nuevos goleadores, una alineación sorpresa y una gran victoria: al final de un choque lleno de idas y venidas, el París Saint-Germain cosechó este domingo otro prestigioso éxito (4-0). ¡Volvemos a este Clásico!

En este torbellino de grandes acontecimientos, la emoción de la Liga de Campeones dio paso a un Clásico eléctrico. El Parque de los Príncipes se reunió con sus protegidos para un cartel de gala que los amantes del Paris Saint-Germain siempre tachan antes de su calendario. Luis Enrique había confeccionado así un once inicial muy ofensivo para minar al rival de Marsella. Una composición sorpresa con una defensa de 3 y 4 jugadores con vocación ofensiva: Kylian Mbappé, Randal Kolo Muani, Ousmane Dembélé y el joven Bradley Barcola, titular por primera vez con su nueva túnica.

Por supuesto, había tensión en el aire, y los primeros contactos recordaron todo el sabor de este cartel. Pero clásico o no, ¡el Paris Saint-Germain tenía una hoja de ruta que seguir! Para Luis Enrique el reto no era adaptarse al rival -por único que sea- sino imponer nuestro juego con un modo de funcionamiento real. Una vez más, nuestros rojiazules se lanzaron a correr mucho para ejercer presión, recuperar el balón muy rápido y asfixiar al rival.

¡Y esto se materializó muy rápidamente en un golpe de genialidad! Ya decisivo el miércoles contra el Dortmund, Achraf Hakimi emborrachó al Park con un maravilloso tiro libre en la escuadra. (1-0, 8º). Paredes demoledoras, ganchos confusos, centros rasos… ¡Los parisinos ofrecieron un fútbol total! Pero en el otro extremo del prado, el rival se mantuvo valiente y jugó su suerte con valentía, como Vitinha, cuyo cabezazo pegó en el larguero de Gigio Donnarumma (21).

Un recordatorio que demuestra que el trabajo estaba lejos de estar terminado para nuestro Rouge et Bleu. Sobre todo porque Luis Enrique se vio obligado a sustituir al mermado Kylian Mbappé para dar entrada a Gonçalo Ramos. Por tanto, fue con un cuarteto de ataque sin precedentes, sin haber vivido nunca el Clásico, que París partió de nuevo. Y estos cambios no alteraron en lo más mínimo las motivaciones de nuestros jugadores, ¡ya que el parón no tardó en llegar! Tras un nuevo misil de Achraf Hakimi, el potente disparo del marroquí rebotó en el poste antes de que Randal Kolo Muani, atento, tomara el balón para desbloquear su contra con el Paris Saint-Germain (2-0, 37). Mágico !

Sobre todo porque el segundo acto empezó de la misma forma que el primero, ¡magistralmente! En una caída del TGV Dembélé, el centro del campeón del mundo encontró el potente cabezazo de Gonçalo Ramos, ¡también goleador por primera vez bajo la túnica rojiazul! (3-0, 47º). ¡Una excelente manera de participar en tu partido! Sobre todo porque el portugués incluso intentó su doblete al concluir con un sutil pie exterior una contra magníficamente lanzada por Randal Kolo Muani (4-0, 89). Fue un Clásico para iniciar trayectorias hermosas.

¿Qué más podemos decir de este bonito partido de fútbol? Podríamos seguir contando las ocasiones, explicar las emociones, intentar escribir la atmósfera volcánica que flotaba sobre el Parque de los Príncipes. Pero lo que recordaremos, al final, es el sacrificio de todo un equipo, la audacia de un entrenador y la alegría de un pueblo. Y eso sería suficiente.

Fue un gran momento. Una velada fundamental que nuestros Rojos y Azules negociaron de la manera más hermosa, brindando una actuación llena de coraje para continuar su camino, paso a paso, hacia grandes conquistas. Después de tres partidos ante su público, el resto de aventuras les llevará a Clermont, antes de la vuelta de los partidos europeos y un viaje al norte de Inglaterra, a Newcastle…

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