Los residentes de Acapulco y áreas circundantes a la ciudad turística de México deambulaban el jueves por calles cubiertas de barro y escombros, muchos de ellos en busca de ayuda y artículos de primera necesidad.
Las sirenas de los vehículos de emergencia sonaban de fondo, el día después de que el huracán Otis llegara a la costa como una tormenta mortal y destructiva de categoría 5.
Para algunos, la desesperación y la frustración sólo se hicieron más profundas.
Flora Contreras Santos, quien vive en las afueras de la ciudad, buscaba a una niña de 3 años de su barrio que fue arrastrada por un deslizamiento de tierra. “La montaña cayó sobre ellos. El barro la arrancó de los brazos de su madre”, dijo Contreras a The Associated Press.
«Necesitamos ayuda, la madre está en mal estado y no podemos encontrar a la niña». (MÁS: Lo que dicen nuestros expertos sobre el huracán Otis)
Decenas de miles de familias buscaron refugio en albergues, partes de Acapulco quedaron en ruinas y al menos 27 personas murieron. Pero el alcance total de los daños y las lesiones aún no está claro.
Otis salió de Acapulco, una popular ciudad turística, aislada del resto del país.
Los deslizamientos de tierra y los árboles caídos bloquearon las carreteras y el servicio telefónico y otros servicios públicos quedaron interrumpidos.
El jueves se reabrió una parte de la carretera principal y se estaban restableciendo algunos servicios públicos. Pero gran parte de la ciudad de un millón de habitantes seguía sin electricidad.
Hay escombros en la playa después de que el huracán Otis arrasara Acapulco, México, el miércoles 25 de octubre de 2023. El huracán Otis arrasó la costa del Pacífico sur de México como una poderosa tormenta de categoría 5, desatando inundaciones masivas, devastando carreteras y dejando grandes franjas del suroeste.
Además de los muertos, cuatro personas seguían desaparecidas, dijeron funcionarios del gobierno durante una conferencia de prensa el jueves por la mañana.
Cientos de militares, equipos médicos y equipos de rescate fueron enviados a las zonas afectadas. Hubo algunos informes de que carecían del equipo adecuado para limpiar los caminos de barro y escombros. “Nos tomó un tiempo llegar allí debido a la lluvia y los restos del huracán”, dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, según The Wall Street Journal.
“La carretera quedó bloqueada por derrumbes y deslizamientos de tierra. Pero llegamos con equipo y maquinaria”. No quedó claro de inmediato dónde ocurrieron las muertes. López Obrador dijo que una de las víctimas era un soldado que murió cuando se derrumbó una pared de su casa.
Tres de los desaparecidos eran personal de la Marina.
La limitada información, fotografías y videos procedentes de la ciudad muestran graves daños a las estructuras, incluidos muchos de los hoteles y rascacielos en zonas turísticas, e inundaciones que inundaron las calles de la ciudad. Las ventanas volaron, los techos fueron arrancados y los vehículos fueron aplastados.
El trabajador de autopartes Pablo Navarro resistió la tormenta en una habitación de hotel en el piso 13 frente a la playa de Acapulco. “Me refugié en el baño y afortunadamente la puerta aguantó”, dijo Navarro a The Associated Press. «Pero había algunas habitaciones donde el viento rompía las ventanas y las puertas».
También hubo informes de caos y saqueos en la ciudad, y de residentes desesperados por conseguir suministros básicos.
En las zonas más rurales, el barro y los escombros cubrieron las carreteras y atraparon a las personas en sus hogares.
Más de 34.500 familias evacuadas se encontraban en 631 refugios temporales en las zonas afectadas de México, según un informe compilado por Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea.
Las fotografías publicadas por la agencia de protección civil de México mostraban a trabajadores de servicios públicos realizando reparaciones, pero no daban detalles sobre el número total de cortes o cuánto tiempo podrían tardar las reparaciones. Para mostrar este contenido debe dar su consentimiento a Functional Technologies.
Tampoco se informó cuándo podrían reabrirse los aeropuertos o restablecerse por completo las comunicaciones. Algunos dijeron que no se proporcionó ninguna advertencia sobre la tormenta de categoría 5 y que en algunos hoteles los huéspedes no fueron trasladados a refugios más seguros. «Nos acostamos en el suelo y algunos entre las camas», dijo a la AP Jakob Sauczuk, que se hospedaba con amigos en un hotel frente a la playa. «Rezamos mucho».
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