¿Cómo nos preparamos para 2050, cuando el mundo tenga el doble de población? Con un cambio drástico en la manera en la que entendemos el urbanismo y su gobierno. Eso implicará: diseñar ciudades para las personas, no para los automóviles; permitir a todos el acceso a las oportunidades urbanas; invertir en sistemas de edificios, transporte, energía, agua y desechos eficientes; y capacitar a las ciudades a experimentar y aprender unas de otras.
Estas son algunas de las conclusiones de un próximo informe del Panel Internacional de los Recursos, el foro de más alto nivel para los científicos y expertos que trabajan en el manejo de los recursos naturales. ONU Medio Ambiente alberga la secretaría del Panel, que se lanzó en 2007 para crear y compartir los conocimientos necesarios para mejorar el uso de los recursos en todo el mundo.
En El peso de las ciudades, los expertos del panel evalúan la infraestructura, la tecnología, los patrones espaciales y los cambios de gobernanza necesarios para transitar hacia modos de desarrollo urbano socialmente inclusivos, eficientes en uso de recursos y sostenibles.
Se debe alentar a las ciudades a innovar y experimentar, y también a aprender unas de otras para acelerar esta transición.
Dado que la porción de la población urbana mundial aumentará de 54% en 2015 a 66% en 2050, es probable que surjan 2.400 millones de nuevos habitantes urbanos en todo el mundo. La mayor parte de este crecimiento ocurrirá en el sur global, por ejemplo en China, India y Nigeria.
A medida que las ciudades existentes se expanden y surgen nuevas, se prevé que el consumo de materiales crecerá aún más rápido, lo que representa un gran desafío frente a la escasez de recursos y la intensificación de los problemas ambientales, incluida la contaminación y el cambio climático.
El informe utiliza el concepto de «metabolismo urbano» para definir el pensamiento sobre cómo las ciudades pueden mejorar el acceso de las personas a los servicios esenciales mientras manejan sus recursos sabiamente y producen un desperdicio mínimo.
Los modelos anteriores sobre el consumo de recursos en 2050 indicaban que un rango sostenible sería de entre 6 y 8 toneladas de recursos por persona por año. A menos que las cosas cambien, la cifra real aumentará a entre 8 y 17 toneladas para 2050, calcula el nuevo informe. Sin embargo, las ciudades que se vuelvan más eficientes en recursos en tres sectores -transporte, edificios comerciales y calefacción/refrigeración de edificios- podrían lograr reducciones de 46-67%, lo que sugiere que es posible una mejora general de 50% en la eficiencia a nivel global.
La reestructuración de la morfología de las ciudades es clave para alcanzar ese objetivo y lograr una mayor inclusión social. Las ciudades más densas y mejor conectadas, diseñadas para estar más abiertas a los elementos, podrían mejorar el bienestar y los intercambios sociales y económicos mientras economizan todo el asfalto, el hormigón, la electricidad y el agua que actualmente se consume en extender los centros urbanos contemporáneos.
El informe promueve un modelo urbano alternativo que incluye redes de «nodos de alta densidad» con una combinación de viviendas, empleos y servicios a nivel del vecindario; movilidad «suave», como caminar y andar en bicicleta; calentamiento y enfriamiento pasivo de los edificios; y un uso más intensivo de los espacios públicos.
Dado que la porción de la población urbana mundial aumentará de 54% en 2015 a 66% en 2050, es probable que surjan 2.400 millones de nuevos habitantes urbanos en todo el mundo.
El informe se basa en estudios de los casos de Mineápolis, en Estados Unidos; Pekín y la ciudad altamente industrial de Kaifeng, en China; y las ciudades indias de Ahmedabad y Delhi.
En Mineápolis, por ejemplo, se podría lograr una reducción de 33% en emisiones de gases de efecto invernadero y un 62% de ahorro en materiales minerales de construcción para 2050 con intervenciones que incluyen un cambio a energía nuclear y renovable, sistemas de energía por distrito y construcción avanzada con madera. El rápido crecimiento de Pekín y Kaifeng podría lograr mejorar significativas en solo 5 años con intervenciones en áreas que incluyen la eficiencia industrial y energética, y el uso de residuos para generar energía. Esto sugiere que la urbanización rápida también puede ofrecer ganancias rápidas en la eficiencia de recursos.
Acelerar la productividad urbana mediante la reestructuración de vecindarios, la inversión en sistemas de tránsito para toda la ciudad, la construcción de redes de energía renovable inclusivas y edificios energéticamente eficientes, la reducción de los desechos a cero y el intercambio de recursos, dependerá de la aparición de modos apropiados de gobernanza urbana.
Se debe alentar a las ciudades a innovar y experimentar, y también a aprender unas de otras para acelerar esta transición, por ejemplo, a través de iniciativas de «ciudades gemelas» o redes de ciudades. Además, el informe indica que será necesario reemplazar el enfoque económico de gobernanza de «ciudades competitivas» por un enfoque de «ciudades bien fundadas» que sirva a los intereses de todos los ciudadanos.
Esto influirá en cómo se gastarán los 90 billones de dólares que se invertirán en infraestructura urbana hasta 2050: o se refuerza el paradigma de la ciudad orientada al automóvil o se promueven soluciones que brinden a los residentes una buena calidad de vida mientras se reducen los gases de efecto invernadero y el consumo de recursos.
La tarea que tenemos por delante es «repensar la ciudad para una época sin combustibles fósiles baratos», escriben los autores de informe. Al alejarnos de los combustibles fósiles y las tasas de consumo actuales, se creará «un aumento en las innovaciones orientadas a la sostenibilidad. Si se hace bien, la sostenibilidad se convertirá en un bien aspiracional en sí mismo».
El Panel Internacional de Recursos presentará el informe en el Foro Urbano Mundial, que se realizará del 7 al 13 de febrero en Kuala Lumpur, Malasia. También estará disponible en el sitio web del Panel.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Our Planet.
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