EFEverde.- El papa Francisco publicó hoy su esperada encíclica sobre medioambiente en la que advirtió contra el comportamiento «suicida» de un sistema económico mundial que ha convertido el planeta en un «depósito de porquería».
El pontífice afirma que “el estilo de vida actual” es “insostenible”, denuncia el “mecanismo consumista compulsivo” que contribuye a la destrucción del planeta y aboga por hacer una “sana presión” contra quienes tienen “el poder político, económico y social”.
La encíclica, de 191 páginas, es la primera que escribe en solitario Bergoglio -la anterior la había empezado su predecesor, Benedicto XVI- y en ella realiza una clara crítica a los poderes económicos por buscar el beneficio financiero y así ignorar sus consecuencias “sobre la dignidad humana y el medioambiente”.
“Lo que está ocurriendo nos pone ante la urgencia de avanzar en una valiente revolución cultural”, dijo el papa, quien advirtió de que no propone “volver a la época de las cavernas”, pero sí “aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera”.
Fósiles por renovables
El papa dice claramente en el documento que el cambio de costumbres que pide incluye la decisión de sustituir el uso de los combustibles fósiles y el desarrollo en su lugar de las fuentes de energía renovables para reducir las emisiones de gases contaminantes.
Considera “urgente e imperioso” desarrollar políticas que en los próximos años permitan reducir esas emisiones y se fija especialmente en la necesidad de reemplazar progresivamente la explotación del carbón, el petróleo y el gas por otras energías sostenibles.
Bergoglio no valora las cumbres mundiales celebradas en los últimos años para intentar tomar decisiones contra el cambio climático porque detecta que en ellas faltó “decisión política”, debido a que los países participantes privilegian “sus intereses nacionales sobre el bien común global” y denunció la “miopía” del poder en relación con los retos planteados.
Para el papa el problema está en que “hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos.
Deuda ecológica
Una parte importante de la encíclica se detiene en lo que el papa denomina la “deuda ecológica” entre el norte y el sur, creada por los desequilibrios comerciales consecuencia de la explotación de los recursos naturales de unos países por parte de otros.