Los síntomas de la contaminación industrial permean todo Asia, donde los transeúntes tienen que utilizar máscaras para filtrar el aire y el smog urbano es a veces tan denso que la Ciudad Prohibida de Beijing desaparece tras una capa de polución.
Las implicaciones para la salud urbana son obvias; estudios muestran que en el Norte de China la contaminación reduce el tiempo de vida por cinco años o más.
Pero además de ello, ingenieros de Oregón están descubriendo que el aire podrido también esta teniendo consecuencias en aparatos electrónicos en China e India. El sulfuró corroe los circuitos de cobre que proporcionan sistemas neurales para las PCs y los servidores y destruyen las tarjetas madre que operan sistemas completos. Así, cientos de computadoras están fallando debido a la intensa suciedad del ambiente que las rodea.
“Tuvimos la tarjeta y fue muy evidente. Si abres el chasis puedes ver el material negro en todas la superficies”, apuntó Anil Kurella, el científico que lleva la investigación de Intel. Y mientras los dispositivos de computadora se fabriquen cada vez más pequeños, las computadoras serán cada vez más vulnerables.
Intel está planeando una solución para que sus computadoras se sigan vendiendo y piensan quizá reemplazar el cobre por el oro, que es menos corrosivo, pero sería demasiado caro. La preocupación inminente es, más bien, cómo reducir la contaminación de estos lugares ya que, si el ambiente destruye así los electrónicos, qué no hará con los sistemas internos de las personas que lo respiran.
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