Junior hizo la tarea. Había que ganar para seguir con vida y ‘el Tiburón’ sacó lo mejor de sí para lograr un triunfo ante Águilas, que lo mantiene en la pelea, independiente del triunfo del líder del grupo, el Deportes Tolima.

Los rojiblancos se impusieron por 3-1, en un partido duro, trabado, complicado, con sus más y sus menos, pero que salió vencedor gracias a los tantos de ‘Cariaco’ González, la figura con un doblete, y Carlos Bacca.

Es una lucha apretada. Junior respondió ayer al triunfo del Tolima, que parece liderar cómodo. Los dirigidos por Arturo Reyes no dejaron que la definición de la zona se produjera ayer, dándole vida a esa pelea cerrada por el cupo a la final.

Fue un partido intenso. El rival, pese a llegar golpeado a Barranquilla, dio la pelea en ‘el Metro’, poniéndole las cosas difícil a un equipo rojiblanco que le costó despertar tras un golpe certero, cuando el partido parecía ponerse a su favor.

La apertura del marcador llegó temprano, a los 16’, premio a la perseverancia de un equipo que buscó el triunfo desde el pitazo inicial.

Déiber recibió un pase largo y preciso en el costado izquierdo, para luego vestirse de ‘10’ y meter un pase cruzado y milimétrico —que se paseó libremente por el área chica—, para que ‘Cariaco’ González sólo tuviera que empujar la pelota al fondo de la red (1-0).

Junior parecía dominar todo a su antojo, pero un golpe inesperado cambió en un abrir y cerrar de ojos el partido. Águilas aprovechó la pasividad de la defensa rojiblanca para igualar las acciones, con un remate de Jean Pestaña, dentro del área, aprovechando un pase de cabeza.

A Junior le costó asumir el 1-1. Cayó en su juego y mentalmente se salió del juego, generando ventajas que fácilmente pudieron beneficiar a un rival hambriento de triunfo, luego de dos tropezones en las dos primeras jornadas.

El primer tiempo terminó parejo, con un Junior que intentaba reaccionar y una Águilas envalentonadas, dispuestas a dar la pelea en ese cara a cara constante en ‘el Metro’.

La segunda parte mostró, en un principio, más de lo mismo, con un local sin la claridad necesaria para dar un golpe sobre la mesa y un visitante que esperaba pacientemente por su momento en el partido para irse adelante en el marcador.

Parecía que no había espacio para la ventaja para ningún campo, pero un penal, tras un mano clara dentro del área, le dio vida al ‘Tiburón’.

Cobro preciso de ‘Cariaco’ González y 2-1 en el marcador, para desatar la locura en una afición rojiblanca que empezaba a desesperarse.

Todo cambió a partir de ahí. Junior se montó en el partido y un nuevo penal le dio la ventaja que necesitaba para darle manejo al encuentro.

Esta vez fue Bacca el que fue al cobro, transformándolo en gol con un disparo a un ángulo imposible para el arquero dorado.

Todo estaba sentenciado. Águilas quedó noqueado, con el ánimo por el piso. Ni un penal sobre el final levantó a un equipo ido, sin brújula, que llegó al cuadrangular invicto y en esta fase decisiva no ha dado ‘pie con bola’, como se dice popularmente en la Costa.

Marco Pérez asumió el cobro y perdió el duelo con un Santiago Mele inmenso, figura del juego, no solo por el penal atajado, sino por una atrapada clave cuando el partido iba 1-1, previo al gol de Junior, también al goleador del cuadro antioqueño, negado en esta fase decisiva.

Junior ganó y sigue en la pelea. Por mucho que el Tolima siga sin perder, los rojiblancos están ahí, detrás, esperando el tropezón del equipo ‘Pijao’ para dar el golpe decisivo. ¿Se dará? Solo el tiempo lo dirá.

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