Gestoras y gestores le apuestan a la autosostenibilidad de sus comedores

En el barrio Brisas de Mayo, se encuentra ubicado el comedor comunitario Casa de Vida, Paz y Convivencia, el cual atiende diariamente a más de 120 personas.

«Doña Verónica Jiménez, gestora de vocación, todos los días con amor, solidaridad, realiza un bonito trabajo comunitario en el barrio, hace muchos años. Su labor para ayudar a su comunidad arrancó con una olla comunitaria antes de que el programa de comedores comunitarios existiera en Cali», sostuvo Ángela Medina Cardona, líder de Saneamiento y Medio Ambiente del programa Corazón Contento, de la Alcaldía.

Líder comunitaria y hoy gestora, siempre ha trabajado por el cuidado del territorio y su entorno natural. Participa del componente de emprendimiento, crianza y venta de conejos, y con el excremento de ellos hace abono para su huerta que fue fortalecida por el programa Corazón Contento.

Con los conocimientos adquiridos en las capacitaciones, también realiza separación en la fuente de residuos sólidos y recibe en su casa, donde funciona el comedor los residuos plásticos de sus vecinos, para con este material fortalecer su economía y apoyar la labor que realiza diariamente en su territorio.

Verónica es una mujer emprendedora, que encuentra en cada oportunidad de capacitación una razón para generar ingresos y autosostenibilidad en su comedor; también hace jabones a partir de la grasa del pollo y autogestiona recursos para mejorar los implementos del comedor (menaje, sillas, mesas).

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«Es una líder integral que ha estado presente desde la creación de los comedores comunitarios, comprometida con el desarrollo de su comunidad, fomentando la participación, la unión, sobre todo construye día a día tejido social», concluyó Medina Cardona.

Para la Alcandía, la entrega de alimentos se convierte en una oportunidad para brindar atención integral a los usuarios: intervención psicosocial, fortalecimiento de 200 huertas comunitarias, capacitación y entrega de capital semilla, una oferta de servicios semanal en los territorios, para la recuperación nutricional de la primera infancia, entre otros beneficios.