En un partido de reencuentros, Mayoral volvió a encontrarse con el gol y dio una victoria a un Getafe que sueña con Europa. Tras su derrota ante Las Palmas la pasada jornada, los de Bordalás querían acercarse a los puestos europeos ante un Valencia que buscaba resarcirse de la remontada sufrida en Girona. Mantenía el once Baraja, mientras los azulones metían a Latasa en punta junto a Borja Mayoral, que encontraba con facilidad el balón en los primeros minutos.
Pero al Getafe le faltaba el último pase. Ni él, ni Milla, ni Greenwood estaban acertados para encontrarlo. El Valencia esperaba una contra que no llegaba. No encontraba a Pepelu en la creación y tampoco Javi Guerra se dejaba ver en esa zona para llevar el balón hasta el campo azulón, lo que dejó una primera parte muy táctica en la que Bordalás ganó la partida a Baraja, pues tanto Thierry como Paulista se ganaron la tarjeta, aunque seguía en tablas.
Pero se decantaría la balanza a poco de empezar la segunda parte. Un manotazo de Paulista sobre Latasa en un balón en largo provocó la segunda tarjeta del capitán del Valencia, que dejaba con uno menos a los de Baraja. Los valencianistas se replegaron atrás a esperar que no sucediera lo que ya les había pasado ante el Athletic Club, el Almería y el Girona en la última jornada. Y es que el Valencia había perdido siete puntos en los minutos finales de sus últimas seis visitas ligueras. A esos precedentes, los de Baraja sumaban el hecho de tener que jugar con diez.
El partido se abría para el Getafe y los de Bordalás avisaban con un remate de Jaime Mata que atajó Mamardashvili. No era un partido de muchas ocasiones, pero, con la expulsión, los madrileños tenían una clara oportunidad de llevarse los tres puntos en un duelo directo.
Hugo Duro peleaba por tener una opción de contra, pero el equipo no salía y los cambios no llegaban. Parecía haber encontrado la manera de no sufrir el Valencia cuando en el 87 un centro medido de Juan Iglesias encontró a Mayoral, que definió con un cabezazo que besó la red y supuso el único tanto del partido. Entraron Canós y Yaremchuk, pero la roja a Javi Guerra por protestar terminó por dilapidar cualquier atisbo de reacción che.
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