Billones, con b, gastarán países ricos y emergentes en electricidad de origen renovable en los próximos 25 años. Para entonces, dos tercios de la producción eléctrica vendrá de tecnologías limpias y, curiosamente, la mayor parte de la inversión irá a los tejados de millones de casas, sobre los que brillarán placas solares fotovoltaicas. Es la previsión que ha lanzado esta semana Bloomberg New Energy Finance (BNEF), agencia especializada en inversión en renovables. Si la firma londinense está en lo cierto, supondrá un cambio radical en la forma en la que consumimos electricidad hasta ahora.
“Vamos a ver un progreso tremendo hacia la descarbonización del sistema eléctrico”, concluyó Michael Liebreich, fundador de la agencia. Dicho de otro modo, veremos un mercado eléctrico con menos carbono, es decir energías fósiles o CO2, el principal causante del cambio climático.
La solar, en concreto la fotovoltaica, será la protagonista de este cambio, por una razón sencilla:la enorme reducción de costes que permite esta tecnología. Como ha explicado a Bloomberg Jenny Chase, analista jefe para este sector en BNEF: “La solar es barata y lo va a ser cada vez más”. Que el sol sea gratis es uno de los motivos que ha llevado a esta tecnología a ser competitiva sin necesidad de ayudas, en muchos países del mundo, con costes que se han reducido hasta un 80% en los últimos cinco años.
Dentro de 25 años, según el análisis de BNEF, la solar absorberá 3,7 trillones de dólares (3,2 billones de euros). Y de esta suma, que cuesta imaginar, 2,2 trillones (1,9 billones de euros) irá a la fotovoltaica sobre tejado. Mientras en España el Gobierno se afana en bloquear el autoconsumo, es decir la producción casera de electricidad precisamente con placas solares fotovoltaicas, el resto del mundo apuesta por este modelo, que convierte a los consumidores en productores de la electricidad que consumen.