En general, la Organización Meteorológica Mundial acoge con agrado las actualizaciones importantes del acuerdo internacional sobre bandas de radiofrecuencia, que son vitales para los pronósticos meteorológicos y las alertas tempranas, así como para la vigilancia del clima y los servicios de “meteorología espacial”.

La torre Burj Khalifa está iluminada por la noche.
La Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones en Dubai finalizó el 15 de diciembre después de cuatro semanas de negociaciones para actualizar el Reglamento de Radiocomunicaciones, el tratado global que rige el espectro radioeléctrico y las órbitas de los satélites.

“La delegación de la OMM en Dubai logró excelentes resultados durante la CMR-23, totalmente en consonancia con el documento de posición de la OMM aprobado en el Congreso Meteorológico Mundial en mayo de 2023”, dijo Natalia Donoho, Jefa de la División de Utilización y Sistemas Espaciales de la OMM.

Los resultados de la conferencia son de vital importancia para la comunidad de la OMM. El acceso al espectro de radiofrecuencia es fundamental para la infraestructura meteorológica e hidrológica que sustenta los servicios meteorológicos y ambientales relacionados en todo el mundo. Los satélites, los radares meteorológicos, las radiosondas, los sistemas de observación hidrológica y las boyas a la deriva funcionan basándose en transmisiones de radio o microondas, y existe una mayor competencia por parte de las tecnologías emergentes.

Desde una perspectiva meteorológica y de vigilancia del clima, las cuestiones más críticas se refieren a la medición de la temperatura de la superficie del mar y las observaciones del clima espacial.

Reconocimiento del clima espacial
Las observaciones del clima espacial son esenciales para la detección de eventos solares y sus impactos en la Tierra, que pueden causar graves perturbaciones en la infraestructura crítica tanto en la Tierra como en el espacio, lo que resulta en apagones de radio, daños a los satélites, perturbaciones en las redes eléctricas y aumento de la radiación. exposición en rutas de aviones transpolares.

Por lo tanto, la OMM acoge con satisfacción el reconocimiento en la CMR-23 de los sensores meteorológicos espaciales en el Reglamento de Radiocomunicaciones.

Las observaciones del clima espacial ahora se definen en el contexto del Reglamento de Radiocomunicaciones a través de una nueva Resolución de la CMR-23 sobre la importancia de los sistemas de sensores del clima espacial incorporada por referencia a través de un nuevo servicio de radio del Artículo 29B relacionado con las observaciones del clima espacial. Esto ha permitido asociar la meteorología espacial con un “servicio de radiocomunicaciones” específico, concretamente MetAids (meteorología espacial). Este es un primer paso importante logrado.

La OMM también acoge con satisfacción el hecho de que se haya obtenido un nuevo punto del orden del día para la CMR-27, que propone estudios para nuevas asignaciones de MetAids (clima espacial) en bandas de frecuencia utilizadas por sensores operativos de clima espacial de sólo recepción que requieren protección.

En los próximos cuatro años se realizarán estudios sobre posibles atribuciones primarias de varias bandas de frecuencias en el servicio MetAids (meteorología espacial) (27,5-28 MHz, 29,7-30,2 MHz, 32,2-32,6 MHz, 37,5-38,325 MHz, 73,0-74,6 MHz). , 608-614 MHz).

Continuidad de las mediciones de SST
La temperatura de la superficie del mar (TSM) es un componente vital del sistema climático, con una gran influencia en la interacción entre los océanos y la atmósfera. La TSM, como uno de los principales impulsores de la circulación oceánica, es crucial para los modelos numéricos de predicción meteorológica y oceánica. La gama de frecuencias de 6/7 gigahercios (GHz), correspondiente a la sensibilidad máxima de la TSM, se utiliza actualmente para la teledetección pasiva de los océanos desde satélites.

En el punto 1.2 del orden del día de la CMR-23, se identificaron las bandas de frecuencias 6 425-7 075 MHz y 7 075-7 250 MHz para las Telecomunicaciones Móviles Internacionales (IMT). Los estudios demuestran que las mediciones de TSM podrían verse gravemente obstaculizadas por dicho despliegue.

Para mitigar este riesgo, la OMM ha identificado otras bandas potenciales para la medición de TSM que podrían usarse en combinación con el rango de 6/7 GHz. Se obtuvo un nuevo punto del orden del día de la CMR-27 para estudiar posibles nuevas atribuciones primarias al Servicio de Exploración de la Tierra por Satélite (pasivo) en las bandas 4 200-4 400 MHz y 8 400-8 500 MHz. Este nuevo punto de la agenda proporciona un salvavidas para las mediciones de la temperatura de la superficie del mar que son tan críticas para la predicción numérica del tiempo.


Asegurar las mediciones de las nubes de hielo
Las nubes de hielo, que cubren más del 33% de la superficie de la Tierra, tienen efectos importantes en el clima y el ciclo hidrológico de la Tierra al afectar las precipitaciones, la estructura atmosférica y los procesos de las nubes. Por lo tanto, se necesitan de manera crítica mediciones globales de las propiedades de las nubes de hielo, incluida la trayectoria del agua helada y la distribución del tamaño de las partículas de hielo. Con los últimos avances científicos y tecnológicos en materia de sensores pasivos de microondas, las mediciones de las nubes de hielo cerrarán un vacío en la cartera de mediciones de la atmósfera.

La OMM acoge con agrado las nuevas asignaciones (pasivas) al servicio de exploración de la Tierra por satélite en las bandas 239,2-242,2 GHz y 244,2-247,2 GHz, esenciales para que los instrumentos pasivos de teledetección por microondas se adapten a los requisitos de las mediciones de las nubes de hielo.

Operación de sondas de radar a bordo de vehículos espaciales
Un resultado importante para la OMM es también una nueva asignación (activa) al servicio de exploración de la Tierra por satélite en la banda de 40-50 MHz que se ha obtenido tras un largo debate.

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