Londres, 11 ene (EFEverde).- Hierbas de tabaco desconocidas, una orquídea hallada en un volcán o una palmera subterránea están entre las 74 especies de plantas y 15 hongos, entre ellos tres en la Antártida, que fueron descubiertos y catalogados en 2023 por los jardines botánicos de Kew en Londres.
Junto con colaboradores internacionales, los expertos de Royal Botanic Gardens Kew hallaron novedades científicas en todos los rincones del mundo, “desde los afloramientos rocosos del Polo Sur a los ecosistemas únicos de Madagascar y la península de Corea”, explican en un comunicado.
Otras especies encontradas, según la lista de las diez más curiosas divulgada hoy, fueron una posible nueva planta carnívora en Mozambique; dos árboles subterráneos en Angola y otra orquídea en Madagascar.
Kew alerta de que muchas de estas especies están amenazadas de extinción debido a la destrucción de su hábitat y calcula que al menos una debió desaparecer incluso antes de ser formalmente clasificada.
Los jardines de Kew, situados al oeste de Londres, tratan de proteger las diferentes especies incorporándolas a una red mundial de Áreas Vegetales Importantes (IPA) y conservando sus semillas en un banco propio, explica en el comunicado.
Un informe reciente de la institución sobre el estado de las plantas y hongos del planeta indicó que 3 de cada 4 de las especies de plantas del mundo aún no descritas ya están en peligro de extinción.
Cada año la ciencia nombra alrededor de 2.500 nuevas especies de plantas y 2.500 nuevas especies de hongos, y se estima que aún quedan hasta 100.000 plantas por identificar oficialmente y casi 2,5 millones de hongos.
“Es imperativo ahora más que nunca hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salir a hacer estudios con nuestros socios y determinar de qué especies de plantas y hongos aún no hemos dado una descripción científica”, dijo Martin Cheek, jefe de investigación del equipo de África de RBG Kew.
“Si no lo hacemos, corremos el riesgo de perder estas especies sin siquiera saber que existen”, añadió.
Cheek subrayó que “no todo es negativo” y mantuvo que “es un momento muy emocionante para ser científico”, si bien incluso al hacer nuevos y maravillosos descubrimientos hay que recordar que “la naturaleza está amenazada”. EFEverde
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