La victoria tenía que ser y la victoria fue. Misión cumplida para el Toro (2-0), gracias a una segunda parte de gran trayectoria e ímpetu. Primero Bellanova luego Zapata noquean. El Lecce de D’Aversa se quedó con diez hombres mediada la segunda parte por doble tarjeta amarilla a Pongracic. Son tres puntos muy importantes que relanzan con fuerza a Toro en la carrera hacia Europa. Y que confirman lo importante que es el factor casa para la Granata: es el séptimo resultado útil consecutivo del equipo de Juric ante su propia afición (cinco victorias y dos empates).
El presidente del Torino, Urbano Cairo, a la salida de la asamblea de la Lega, habló del distanciamiento entre los clubes y de la reunión entre el número uno de la FIGC, Gravina, y los directivos del Inter, Juventus, Milán y Roma para reducir el número de jugadores a 18 equipos el formato del campeonato.
Toro muestra sus músculos, apareciendo temprano el viernes por la noche con la pareja de delanteros centro Pellegri-Zapata. El Lecce apuesta por los tiros impredecibles de Oudin y Almqvist, los extremos de un tridente ofensivo que ve en Piccoli el clásico delantero centro.
El resultado fue una primera parte equilibrada, sin grandes destellos y con dos equipos bloqueados. Toro no logra sacar a relucir la calidad potencial de sus tres hombres situados en el corazón del centro del campo (Ricci, Ilic y Vlasic en el centro del campo ofensivo) y está descontado en la maniobra durante gran parte de la primera parte.
El Lecce no hace mucho más, pero mantiene bien el campo a pesar de tener dificultades para volverse realmente peligroso. Son, pues, los episodios los que dan un par de conmociones al público de Grande Torino. Dos ocasiones, una para cada bando. El primero es de Lecce y surge de una grave indecisión de Milinkovic. Minuto 13: córner de Oudin, el balón se escapa de las manos del portero del Granata, Piccoli responde y Masina salva en la línea. Emoción para los aficionados del Turín. La balanza de oportunidades se equilibró en el minuto 43, cuando un disparo bien inclinado de Vlasic fue tocado por las yemas de los dedos de Falcone y desviado a córner. Cero a cero en el descanso.
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