Más de 70 médicos, científicos y organizaciones de la sociedad civil de España han firmado una declaración conjunta en la que urgen a las autoridades a frenar el uso de tóxicos químicos que amenazan la salud humana y ambiental y que, en especial, afecta a los niños y adolescentes, que los llevan «mamando» desde el momento mismo de su concepción.
La declaración Futuro sin Tóxicos incluye medidas urgentes para reducir la exposición a estas sustancias, como la implementación del principio de precaución en la regulación, diseño y fabricación de los productos, la transparencia de información sobre la composición de los artículos y la evaluación del riesgo para las personas y el medio ambiente.
Prohibir su uso
Además, los firmantes del documento, promovido por Rezero, instan a las autoridades a prohibir las sustancias tóxicas conocidas y acelerar el proceso de revisión de la normativa existente para garantizar una protección efectiva de la salud pública.
Que un producto esté en el mercado, no es garantía de que sea seguro, como lo demuestran los diversos estudios que alertan de la presencia de tóxicos tanto en los seres humanos (sangre, orina, etc) como en el medio.
En las últimas décadas, advierten, se ha producido un aumento de la exposición a una gran diversidad de materiales y sustancias químicas presentes en productos de consumo tan comunes como alimentos, envases, utensilios de cocina, textiles, plásticos o artículos de limpieza e higiene, entre otros, la mayoría derivados del petróleo.
Esta exposición continua a sustancias tóxicas puede causar efectos adversos en la salud, especialmente en el caso de los disruptores endocrinos, que se ha demostrado que están asociados a problemas reproductivos, de neurodesarrollo, diabetes y cáncer, según ha alertado la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).
La opinión de expertos
Entre los firmantes, el doctor Nicolás Olea, catedrático del Departamento de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Granada, que ha lamentado que «la industria no coopera» y que los cientos de millones que está gastando Europa en medir la presencia de tóxicos en el organismo humano sólo sirve para «tenernos entretenidos».
«No sirve de nada seguir monitorizando cuando ya está más que demostrado. Lo que hace falta es tomar medidas», según Olea, que ha advertido de que hemos cambiado radicalmente el medio ambiente en el que se encuentra el ser humano.
«A mi me pilla mayor, pero los menores de 23 años lo han mamado desde el útero», ha advertido el doctor, quien ha insistido en que la exposición continuada a tóxicos tiene consecuencias graves para la salud y que el medio ambiente químico y físico en el que nos desenvolvemos se es completamente distinto al que necesitaríamos.
En su opinión, dado que los jóvenes llevan expuestos a tóxicos desde antes de nacer «lo malo está por llegar» y cada vez habrá más problemas de salud derivada de esa exposición.
Tanto mujeres como niños son los más vulnerables a los tóxicos, según la Jefa de Obstetricia y Ginecología Reproductiva del Hospital Universitari Vall d’Hebron, Elena Carreras, que ha recordado que «la salud de la infancia comienza antes de su concepción y por eso es especialmente importante cuidar la maternidad, así como la exposición a la toxicidad en todas las etapas».
La placenta, ha advertido, ha dejado de ser una barrera protectora para el feto debido a que los tóxicos le llegan a través de la sangre de la madre.
Las sociedades pediátricas están «realmente preocupadas» por la contaminación del ambiente que entra cada día en nuestra casa, vía alimentación o productos plásticos, y que tiene una repercusión en nuestra salud y futuros ciudadanos, ha añadido Elena Codina, responsable de la Unidad de Salud Medioambiental del Hospital Sant Joan de Déu y representante de la Sociedad Catalana de Pediatría
La exposición continuada a pequeñas dosis ya nos afecta, no hacen falta intoxicaciones, y otro peligroso efecto es el conocido como «efecto cóctel»: el que produce la suma de diferentes tóxicos y con el que no sabemos qué va a pasar, ha advertido.
«Los niños no son adultos pequeños, tiene unas características que les hacen más vulnerables, como, por ejemplo, que respiran más rápido, comen más por superficie corporal o se lo llevan todo a la boca (…) Llevan más años expuestos a esta toxididad creciente y no pueden decidir, como pediatras y adultos, somos responsables de protegerlos».
La directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, Ethel Eljarrat, ha subrayado la necesidad de abordar el problema de los tóxicos desde una perspectiva de «One Healt» o Una única salud, porque «no podemos separar el buen estado del medio ambiente de la salud humana»
En su opinión, dentro del amplio abanico de sustancias tóxicas a las que nos vemos expuestos (se calcula que unas 32.000 por humano), los más peligrosos los «contaminantes persistentes» cuya permanencia en el ambiente se está prolongando además con el reciclado o reutilización de determinados productos.
Entre los problemas para la salud relacionados con la exposición a tóxicos, destacan el aumento del riesgo de cánceres, trastornos de tiroides, obesidad, problemas de fertilidad, afectaciones del desarrollo neuronal y del sistema reproductor, etc, según Carme Valls, miembro del Centro de Análisis y Programas Sanitarios. EFEVerde