El Trofeo Senza Fine levantado en la Ciudad Eterna… difícil pensar en un epílogo mejor. El Giro de Italia 2024 terminará en la capital, en Roma, repitiendo el increíble espectáculo ofrecido el año pasado. Será una oportunidad para revivir las tres duras pero emocionantes semanas pasadas por las carreteras italianas, incluyendo sprints, subidas, bajadas, contrarrelojes y sprints, y hacerlo a través de un museo al aire libre como Roma tendrá un sabor especial.
122 km que nos darán la oportunidad de ver y volver a ver algunas de las bellezas más significativas de la ciudad, desde el Coliseo hasta las Termas de Caracalla, pasando por el Tíber, el Circo Máximo, el Altar de la Patria y el Campidoglio, con el gran final a pocos metros de los Foros Imperiales. Un circuito que se repetirá seis veces y que probablemente dará a los velocistas una última oportunidad de dejar su impronta, en uno de los escenarios más fascinantes y prestigiosos que encontrarán en sus carreras.
El Giro de Italia terminará en la capital por sexta vez en su historia, pero es la primera vez que ocurrirá en dos años consecutivos. La primera Gran Llegada en Roma, en 1911, fue en el Campo di Centocelle, con Ezio Corlaita como vencedor y Carlo Galetti coronado rey del Giro (aún no existía la Maglia Rosa, introducida en 1931). Roma volvió a ser el epílogo en 1950, cuando Oreste Conte levantó los brazos al cielo en el paseo arqueológico de Viale Baccelli en el año de Hugo Koblet.
Para volver a encontrarla como último capítulo, pues, hay que esperar al nuevo milenio y, en particular, a la edición del centenario, la de 2009, cuando el lituano Ignatas Konovalovas ganó la contrarreloj de 15 km y Denis Menchov se llevó a casa la Maglia Rosa, después de haber corrido el riesgo de perderla por un resbalón sobre los adoquines empapados por la lluvia.
Las últimas llegadas a Roma son historia reciente: en 2018 Sam Bennett se impuso al sprint a Elia Viviani, y Chris Froome fue ungido rey tras su hazaña en el Colle delle Finestre. El año pasado, por su parte, Mark Cavendish entró aún más en la leyenda, convirtiéndose en el ciclista de más edad en ganar en el Giro, mientras que Primož Roglič lo celebró con la Maglia Rosa. Roma espera ahora a sus nuevos reyes.
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