Los ecosistemas promueven el bienestar humano a través de los diferentes servicios que prestan, tales como los servicios de provisión (como los alimentos, el agua, etc.), los de regulación (como el clima, la calidad del agua, el control de la erosión), de apoyo (los suelos y su producción primaria) y hasta los culturales (el turismo y la recreación).
El manejo de los ecosistemas que plantea el PNUMA tiene un enfoque de gestión de recursos naturales que busca resaltar el valor de la diversidad biológica y los ecosistemas para la economía y las sociedades, así como el coste de su degradación y pérdida. Ese manejo se enfoca en el cuidado y mantenimiento de los ecosistemas y la biodiversidad para satisfacer las necesidades futuras, tanto ecológicas como humanas.
América Latina y el Caribe es la región con la mayor diversidad biológica en el planeta y alberga a varios de los países considerados megadiversos en el mundo. Su economía depende en gran medida de esta rica diversidad biológica que, sin embargo, está cada vez más amenazada por la actividad humana y por una serie de factores que se relacionan entre sí, como la transformación y la alteración del hábitat, la sobreexplotación o el uso insostenible de los recursos terrestres e hídricos, las prácticas insostenibles de gestión del suelo, la presión demográfica y la globalización.
Una de las prioridades del PNUMA, a través de la Estrategia de mediano plazo (2014-2017), es que los países utilicen el enfoque de ecosistemas para mejorar el bienestar humano y promover el desarrollo sostenible. Para lograrlo, el PNUMA recomienda la aplicación de políticas equitativas —fundamentadas en información científica y en conocimientos tradicionales—, que sean participativas e intersectoriales y que busquen proteger y recuperar los recursos biológicos.

Situación de la diversidad biológica en América Latina y el Caribe
En América Latina y el Caribe viven aproximadamente el 70 % de las especies del planeta y se encuentra casi el 20 % de sus ecorregiones. Su economía depende en gran medida de esta rica diversidad biológica que, sin embargo, está cada vez más amenazada por la actividad humana: la diversidad biológica del trópico, que abarca una parte significativa de América Latina y el Caribe, ha disminuido un 30 % desde 1992.
La diversidad biológica de la región se ve amenazada por una serie de factores que se relacionan entre sí, tales como la destrucción, la transformación y la alteración del hábitat; la sobreexplotación o el uso insostenible de los recursos terrestres e hídricos; las prácticas insostenibles de gestión del suelo; y la presión demográfica y la globalización.
Recomendaciones de las Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO-5)
El informe GEO-5 del PNUMA (2012) recomienda la aplicación de políticas equitativas fundamentadas en pruebas, participativas e intersectoriales, que busquen proteger y recuperar los recursos biológicos, dentro de los cuatro siguientes temas generales:
Incrementar y ampliar las zonas protegidas, mejorar su gestión y crear una mayor conectividad.
Aplicar el enfoque de los ecosistemas a la gestión de la diversidad biológica.
Promover la conservación de la diversidad biológica mediante el pago de servicios ecosistémicos.
Acceso y beneficios comunes.