Después de una final muy animada, en la que el Paris Saint-Germain supo materializar sus mejores momentos y resistir el éxito del Lyon, ¡sigue siendo soberano en Francia! El club capitalino ganó así la 15ª Copa de Francia de su historia, cerrando su temporada de la forma más bella (2-1). ¡Volvemos a este evento!
Un cartel grandioso para cerrar el telón de una temporada tan rica en emociones: nuestros parisinos se dirigieron al norte para enfrentarse al Olympique Lyonnais en la final de la Copa de Francia, en el marco de Lille. Para afrontar este gran encuentro, Luis Enrique se apoyó en todas sus fuerzas para componer su once titular. Un once llevado por sus flechas ofensivas y tricolores, ya que Kylian Mbappé, Ousmane Dembélé y Bradley Barcola, estuvieron presentes en el saque inicial. Otros directivos como Vitinha, nuestro capitán Marquinhos y Gigio Donnarumma completaron este atractivo equipo. ¡Es hora del espectáculo!
En un ambiente grandioso comenzó la pelea este sábado por la noche. Por un lado, el público de Gones, llevado por una fuerza sobrenatural desde la llegada de Pierre Sage. Por el otro, el campeón indiscutible de Francia, que venció al Lyon en el partido de vuelta (4-1). ¡El escenario estaba preparado! Y si el contexto eléctrico de una final siempre es especial, este cartel volvió a desembocar en una batalla de altísimo nivel. Una pelea intensa que se desarrolló desde el principio, sin ronda de observación. Fieles a su identidad, nuestros Rojos y Azules rápidamente confiscaron el balón para crear las primeras oportunidades. En pocos minutos, Lucas Beraldo (1º), Bradley Barcola (3º) y Warren Zaire-Emery (5) habían anunciado el color. ¡Después de un comienzo de partido así, era lógico que nuestros jugadores encontraran la oportunidad! Tras un centro preciso de Nuno Mendes, Ousmane Dembélé, perfectamente colocado en el segundo palo, lanzó un potente disparo de casco a quemarropa que hizo estallar a los parisinos en la grada. (1-0, 22).
Lejos de conformarse, los de Luis Enrique volvieron a pisar el acelerador, aumentando la presión sobre sus rivales, recitando sus líneas con notable aplicación. Mejor aún, incluso consiguieron hacer la ruptura en este primer acto muy controlado, Fabián Ruiz catapultó el cuero en un lanzamiento de dados tras una bonita jugada colectiva en la que Dembélé había cambiado su traje de goleador por el de pasador (2- 0, 34). ¡Qué puntuación! Y es con esta gran ventaja, testigo de un claro dominio (¡8 tiros a puerta contra 0 en el descanso!) que nuestros parisinos pudieron respirar en el descanso…
Pero era de esperar, después de haber sufrido durante 45 minutos, los jugadores de Pierre Sage no iban a darse por vencidos y contaban con dar una respuesta en el segundo acto. Y contra el curso del juego, consiguieron reducir el marcador, con su primer disparo a portería, gracias a O’Brien (2-1, 54º). ¡Removilización general! Ante un Lyon completamente desinhibido, hubo que apretar las válvulas. Pero siempre hubo un pie, una pierna o una cabeza para contrarrestar sus intentos. Magníficos en solidaridad, nuestros Rojos y Azules resistieron los ataques del Lyon para mantener su ventaja y poner fin a este increíble éxito del Lyon. Desde un bello gesto defensivo de Hakimi (60º) hasta el acoso de Vitinha en cada balón, pasando por un toque magistral de Gigio (63º), los parisinos resistieron como un solo hombre los momentos destacados de sus oponentes.
El secreto de una combinación exitosa: ¡haz realidad tus momentos fuertes, resiste los momentos débiles! Después de una actuación llena de sacrificio, el Paris Saint-Germain ganó la 15ª Copa de Francia de su rica historia, confirmando brillantemente su soberanía en la competición nacional más antigua. Es el punto final de una campaña rica e intensa, marcada por fuertes emociones en todos los frentes, con una actuación impecable en el panorama nacional y una epopeya memorable en la Copa de Europa. El próximo capítulo comenzará a mediados del verano. Fluctuat NEC mergitur !
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