© UNRWA
En Gaza, la gente vive en las ruinas de sus antiguos hogares.
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En cuestión de días unas 84.000 personas han sido desplazadas de la ciudad de Gaza tras una nueva escalada de los bombardeos israelíes y en medio de una inminente hambruna, a lo que se añade la continua obstaculización de la ayuda humanitaria.
Los intensos combates que se libran actualmente en el norte de Gaza han obligado a decenas de miles de personas a huir del este de la ciudad, al tiempo que han cortado el acceso a un centro clave de distribución de ayuda, según informaron el lunes los trabajadores humanitarios de la ONU.
El éxodo desde el distrito oriental de Shujaiya, en la ciudad de Gaza, se produce tras varios días de intensos bombardeos por parte del Ejército israelí, cuyos tanques han sido avistados “a unos 100” metros al este de la carretera de Salah El Din, el principal eje norte-sur de la Franja.
“La gente de esta zona nos habla de la inminente hambruna, y de cómo la gente está comiendo hojas de árboles o sólo tiene harina para sobrevivir”, dijo la Agencia de Ayuda de la ONU para Refugiados Palestinos, UNRWA.
Dolor y pérdida
La oficial superior de comunicaciones de UNRWA, Louise Wateridge, describió la destrucción en las zonas afectadas, que se extienden por unos siete kilómetros cuadrados, como “apocalíptica: la mayoría de la gente ha perdido sus casas, total o parcialmente, y tienen que huir con muy pocas pertenencias; esencialmente lo que pueden llevar en la mano. Muchas personas han perdido a miembros de sus familias».
“Las mujeres embarazadas y las personas con discapacidad se encuentran entre las más vulnerables, ya que no pueden moverse con facilidad durante los desplazamientos forzosos, y existe una enorme preocupación por los miles de niños no acompañados y separados de sus familias”, añadió Wateridge para Noticias ONU.
La violencia también ha impedido a la agencia acceder a su centro de distribución en el barrio de Tuffah de la ciudad de Gaza, “debido a su proximidad a la línea del frente”.
De las aproximadamente 84.000 personas desplazadas en la actualidad, unas 10.600 han encontrado refugio en un total de 27 lugares, entre ellos escuelas de la UNRWA, donde existen puntos de salud improvisados y bajo una presión cada vez mayor para hacer frente a la demanda.
Otros se alojan en escuelas gubernamentales, edificios y zonas abiertas, continuó la portavoz de la agencia de la ONU.
Forzados a salir de nuevo
Para ayudar a los desarraigados forzosos por la última escalada del conflicto, que comenzó hace nueve meses tras los ataques dirigidos por Hamás y la toma de rehenes en múltiples localidades del sur de Israel, la agencia de la ONU ya ha distribuido agua, paquetes de alimentos y harina.
También está prevista para hoy la distribución de pañales, colchones y lonas impermeables, dijo Wateridge, quien señaló que el domingo se había entregado algo de combustible para las necesidades de la agencia a través de la carretera de la valla que separa la Franja de Israel.
También había entrado en el enclave una cantidad limitada de gasóleo para hacer funcionar los generadores de los hospitales y las plantas desalinizadoras, pero las necesidades siguen siendo enormes, como han advertido repetidamente los trabajadores humanitarios.
Según la última actualización de la Oficina de Coordinación de la Ayuda de la ONU, OCHA, las limitaciones de acceso, la inseguridad y las hostilidades en curso han seguido “obstaculizando significativamente” la prestación de asistencia y servicios humanitarios esenciales en toda la Franja de Gaza.
“Esto incluye ayuda alimentaria y nutricional esencial, atención médica, apoyo a refugios y servicios de agua, saneamiento e higiene para cientos de miles de personas necesitadas”, declaró el viernes la OCHA, punteando que las autoridades israelíes habían facilitado menos de la mitad de las más de 100 misiones de ayuda humanitaria previstas, coordinadas para llegar al norte de Gaza este mes.
“El resto fueron impedidas, se les negó el acceso o fueron canceladas por razones logísticas, operativas o de seguridad”.
Escena de devastación
La OCHA también reporto que una operación militar en la zona de al-Mawasi, al oeste de Jan Yunis, provocó la llegada de “decenas de heridos” a un hospital de campaña cercano y el desplazamiento de al menos 5000 personas.
En medio de la operación militar israelí en Rafah que comenzó el mes pasado, el sur de la Franja “se parece ahora a las escenas apocalípticas del norte y de la ciudad de Gaza”, señaló la funcionaria de UNRWA.
Como la mayor agencia de ayuda de la ONU en Gaza, UNRWA ha continuado proporcionando “tantos servicios y suministros humanitarios como ha sido posible, entregando alimentos, asistencia sanitaria e incluso actividades de aprendizaje para los niños; pero se está haciendo casi imposible para la ONU proporcionar cualquier tipo de respuesta debido al asedio impuesto por Israel”, explicó Wateridge.
“Falta de combustible; falta de suministros de ayuda; falta de seguridad; y, en general, penurias totales para nuestro personal, que a su vez está luchando por sobrevivir a lo largo de esta guerra”.
news.un.org