Sheila Noda Alonso
Madrid (EFEverde). – Reciclable de manera casi infinita, la recuperación y reciclaje de aluminio ahorra más de 100 millones de toneladas de CO2 cada año y sólo en Europa has el 75 por ciento del aluminio producido sigue en uso todavía.
Esto es así porque durante el reciclaje “una tonelada de aluminio solamente consume el 5% de la energía original, con lo cual es muy eficiente a nivel energético”, señaló el Sales Manager de la empresa noruega de aluminio Norsk Hydro Ignacio Saavedra, con ocasión de una vista a la planta de reciclaje de Hydro Aluminium Iberia en Azuqueca de Henares (Guadalajara), organizada por APIA.
El mundo necesita materiales y productos, y debido a las limitaciones en los recursos, hay que pensar en la sostenibilidad para que duren todo el tiempo posible, afirmó Saavedra, quien destacó la reciclabilidad de este material: “Somos conscientes, sobre todo en Europa, que el 75% del aluminio producido todavía sigue en uso principalmente en construcción” , aunque para su producción se requiere de un consumo energético elevado.
Reducción de la huella de carbono
En comparación con otros metales el aluminio es muy ventajoso debido a que es ligero, durable, resistente y se puede reciclar de manera infinita sin perder propiedades, de ahí que la apuesta del grupo noruego está enfocada en aprovechar todas sus potencialidades.
“El reciclaje de 1 tonelada de aluminio ahorra 6 toneladas de bauxita y 9 toneladas de emisiones de CO2. A nivel mundial, el reciclaje de aluminio ahorra más de 100 millones de toneladas de CO2 cada año”, precisa la empresa en su sitio web.
Debido a las capacidades instaladas en la península Hydro ha decidido invertir en una planta situada en Torija (Guadalajara) y que estará en funcionamiento en 2026. La nueva planta producirá 120.000 toneladas métricas anuales de lingote de extrusión de aluminio reciclado, lo que permitirá suministrar productos con bajas emisiones de carbono a sectores europeos como el transporte, la automoción, la edificación, la construcción, las instalaciones de energías renovables y los mercados de bienes de consumo duraderos.
La apuesta y la estrategia de la compañía es cerrar el círculo: emplear chatarras de fin de vida, trabajar y colaborar con los recolectores (chatarreros) y lograr el producto semifabricado en las plantas, con lo cual se da una nueva vida al aluminio y se vuelve a colocar en el circuito, apuntó Saavedra.
Ahorro de energía
Iñigo Aranguren, Consejero delegado de Hydro en Azuqueca, explicó que la producción de aluminio de Hydro es totalmente vertical, al cubrir toda la cadena de valor del aluminio desde el mineral, que es la bauxita, hasta el producto reciclado en plantas como la ubicada en Azuqueca de Henares.
En la producción de aluminio primario (a partir del mineral) se requiere de un uso intensivo de electricidad mientras que en el reciclaje es infinitamente menor y la gran ventaja que tiene el grupo es que emplean energía hidroeléctrica con lo cual la huella de carbono es inexistente, destacó.
Asimismo, en las plantas de reciclaje emplean chatarra pre-consumo que proviene de procesos industriales y no se ha utilizado aún y un 75% de chatarra pos-consumo, aquella que “ha sido producto y que vuelve a serlo mediante su fundición, respondiendo a criterios de sostenibilidad”.
Esa chatarra denominada “chatarra de fin de vida” es procesada y clasificada por procesadores y nosotros recibimos una fracción de aluminio de fin de vida con una composición química que nos permite hacer un producto exactamente igual al de las plantas primarias, detalló el consejero delegado.
Automoción y aluminio
“El aluminio gana terreno y va a ser un material estratégico en la automoción en los próximos años”, aseguró.
Este sector requiere de aleaciones especiales, por lo que la futura planta de Hydro en Torija tendrá un rol determinante, al permitirles crecer en aleaciones y en productos con muy baja huella de carbono, mediante el empleo de material reciclado.
Para la automoción se utiliza también chatarra de fin de vida, pero del propio sector, de la recaudación que provenga de los desguaces. El coche tiene una vida útil más corta que una ventana, por lo que ese aluminio va a tener una circularidad más rápida y más rotación, precisó Aranguren.
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