New York Red Bulls consumó uno de los mayores batacazos de la historia reciente al ganarle a Columbus Crew en su propia casa
El Lower.com Field era una fortaleza, una de las localías más inexpugnables de la Major League Soccer. Pero eso no amedrentó a unos Red Bulls que salieron a jugar con coraje, valentía y de igual a igual ante el vigente campeón de la MLS Cup. El elenco de Wilfried Nancy sabe de hazañas y remontadas, dos condiciones que tendrá que cumplir para remontar fuera de casa en el segundo partido. RBNY afrontará un panorama soñado: si gana de local, clasificará a la próxima ronda.
Después de haber finalizado en la segunda plaza de la Conferencia Este, Columbus partía como uno de los candidatos por el funcionamiento que había demostrado durante toda la temporada. Sin embargo, la franquicia neoyorquina consiguió frustrar y deslucir como pocos rivales al conjunto que esta temporada ganó la Leagues Cup y llegó a la final de la CONCACAF Champions Cup.
El fútbol es maravilloso por noches como esta que protagonizaron Columbus y New York Red Bulls. El Metro impuso condiciones en uno de los contextos más adversos que puede ofrecer la MLS actual: ante The Crew, frente a su gente, en una cancha en la que solo había caído en tres oportunidades durante la temporada regular: en la fecha 12 frente a Cincinnati, en la 17 contra Seattle Sounders y en la 35 ante el Inter Miami de Lionel Messi. De hecho, fue la primera derrota por Playoffs de Columbus en Lower.com Field y la primera caída en casa desde la final de 2015 contra Portland.
Pero Sandro Schwarz diseñó un plan que funcionó a la perfección para interrumpir los circuitos de juego de la armada de Nancy. El uruguayo Felipe Carballo, que hizo su estreno goleador en el momento indicado, anotó a los 25 minutos con una volea tras la salida de un corner que finalmente fue el tanto del triunfo para arrancar con el pie derecho su aventura en la postemporada. Ganar fuera de casa no es sencillo y New York Red Bulls lo logró convirtiéndose en el primero en 2024 en celebrar fuera de casa.
Con la ventaja en el marcador, Columbus asumió el protagonismo y fue creciendo en su intensidad pero con poca claridad. Por inercia, el campeón reinante fue en busca de un empate que forzara los penales. Con su característico juego de posesión como bandera, Columbus se lanzó pero chocó una y otra vez con un mismo escollo: Carlos Coronel se lució en un trámite en el que, con atajada tras atajada, evitó la caída de su arco.
Vital para sostener la ventaja, New York obró su primer milagro gracias a las manos de su arquero pero no pudo aprovechar los espacios que el anfitrión dejaba. Especialmente una contra bien clara, en el segundo tiempo, que Lewis Morgan no consiguió capitalizar. . La serie es larga y Columbus ha demostrado una y otra vez durante su reciente dinastía que es capaz de remontar situaciones adversas, pero los Red Bulls consiguieron una situación inmejorable: tendrán dos oportunidades para meterse en la próxima ronda.
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