En la curtición de cueros, aplicando la reacción de Fenton en las aguas residuales del teñido se trató el cromo y también se logró el “color” como los principales contaminantes ambientales en este tipo de aguas, como en Belén (Nariño) donde estos vertimientos marcan un límite en la quebrada Macondio, que convierte su afluente en un líquido lleno de contaminantes.

15 de enero de 2025Andrea Ximena Ojeda | Periodista Unimedios Sede Tumaco

Las principales etapas del curtido de cuero se realizan en humedad con altas cantidades de agua. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.Las principales etapas del curtido de cuero se realizan en humedad con altas cantidades de agua. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.

Después de Cundinamarca, Nariño es el segundo departamento con mayor producción de cueros en el país, gracias al municipio de Belén, que concentra casi el 9% de las curtiembres nacionales, y en donde se ubican 46 de las 48 activas del departamento. Desde hace más de un siglo el 95% de los habitantes de este municipio depende de esta actividad económica y se dedica a oficios relacionados.

Allí la mayoría de las curtiembres son familiares y se caracterizan por utilizar procesos artesanales con bajos niveles de tecnificación e infraestructura deficiente. Sus propietarios afirman que necesitan de más apoyo y seguimiento investigativo, económico y educativo, ya que las ganancias percibidas en sus negocios son mínimas y la cultura educativa e industrial en la región no fomenta la inversión ni tecnificación de las curtiembres.

Estas condiciones llevan, por ejemplo, a un mal manejo de las aguas residuales de la curtición. Según la investigación, 38 curtiembres de este municipio vierten sus residuos directamente a la quebrada Mocondino que, según las mediciones del departamento, presenta un índice de calidad del agua “pésimo”.

En los últimos años, junto con el incremento de la producción y el comercio del cuero se registra un aumento de las aguas residuales producidas por los productores de cuero, por lo cual es necesario aplicar sistemas más eficientes para el tratamiento de los efluentes o aguas que salen de estos procesos productivos industriales.

La curtición y el ecosistema

Caracterización del agua residual proveniente de la etapa de teñido trasladada a la UNAL Sede Manizales cumpliendo con las condiciones adecuadas para su toma, transporte y preservación. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.Caracterización del agua residual proveniente de la etapa de teñido trasladada a la UNAL Sede Manizales cumpliendo con las condiciones adecuadas para su toma, transporte y preservación. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.

Así lo evidenció el ingeniero químico Carlos Andrés Gómez Rodríguez, egresado de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y docente de la Universidad Mariana de Pasto, como parte de una investigación desarrollada por el Grupo de Investigación en Procesos Reactivos Intensificados y Materiales Avanzados (Prisma), asociado al Departamento de Ingeniería Química de la UNAL Sede Manizales.

En el estudio identificó que el proceso de teñido aporta hasta un 6% de los contaminantes al agua residual de la curtición de cuero. Así mismo evaluó un método que permite realizar un correcto tratamiento de estos químicos.

“La capacidad demostrada del tratamiento del proceso Fenton para las aguas residuales estudiadas impulsa el interés de realizar un estudio detallado del sistema completo de tratamiento, que permitirá definir la viabilidad técnico-económica de implementar el proceso en el municipio de Belén”, sostiene el magíster en Ingeniería Química.

Aunque la investigación “Evaluación de métodos de tratamiento para la degradación de colorante en el agua residual de la industria de las curtiembres” evalúa un método de tratamiento para las aguas residuales provenientes de la etapa de teñido, en la que se agrega el color deseado, a través del proceso de Fenton se logra determinar que al aplicarlo es posible degradar el colorante en sustancias menos contaminantes y disminuir sus efectos nocivos tanto para la salud humana como para el ecosistema de la región.

El curtido es el proceso de tratar y transformar en cuero la piel de animales como los bovinos, cerdos, conejos, bueyes, ovejas o cabras, lo que permite evitar el deterioro provocado por las condiciones ambientales y la acción degradante de microbios, hongos, insectos y otras formas de vida microscópicas.

Durante este proceso se adicionan curtientes a las pieles, especialmente sales de cromo o taninos vegetales para que penetren en la piel y se fijen en su estructura, bloqueando reacciones químicas y biológicas de degradación, que son acrecentadas por la humedad, y obtienen una estructura inerte y resistente a estos procesos.

Durante el proceso de curtición se adicionan curtientes a las pieles, principalmente sales de cromo o taninos vegetales para que penetren en la piel. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.Durante el proceso de curtición se adicionan curtientes a las pieles, principalmente sales de cromo o taninos vegetales para que penetren en la piel. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.

Para el curtido se requieren al menos 25 etapas, la mayoría de ellas introduciendo el cuero en un recipiente cilíndrico lleno de agua, que es la que actúa como transporte de los químicos necesarios para cada paso del proceso; de una tonelada de cuero se generan alrededor de 50m3 de agua residual. Estas aguas poseen grandes cantidades de contaminantes que van desde hidrocarburos halogenados simples hasta colorantes complejos poco o no biodegradables, los cuales ya han sido identificados como una de las principales causas de eutrofización en los cuerpos de agua receptores, lo que agota el oxígeno disuelto y puede crear zonas inhóspitas de vida.

Aunque las curtiembres artesanales son más familiares que industriales, como sucede en otras regiones del país, el investigador Gómez afirma que “en Armenia hay curtiembres más grandes, especializadas y pioneras en tratamiento de aguas residuales, pero en Belén se ubican en el casco urbano y una parte importante del agua utilizada proviene del acueducto municipal en las cantidades requeridas para lavar las pieles de los aditivos o químicos usados en los diferentes procesos”.

La Corporación Autónoma Regional de Nariño advierte que la calidad del agua de la corriente principal de la quebrada Mocondino es buena hasta llegar al casco urbano de Belén, pero al pasar por las curtiembres el cuerpo hídrico pasa a contener residuos de químicos como sulfuros, cal y cromo, además de color. Esta corriente continúa su recorrido río abajo afectando a otras comunidades.

Legislación sin eco

En países industrializados, las limitaciones para los vertimientos de aguas residuales provenientes de las curtiembres son muy estrictas, mientras que en Colombia el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible estableció -mediante la Resolución 0631 de 2015- los parámetros y los valores límites máximos permisibles en los vertimientos puntuales a cuerpos de agua superficiales y a los sistemas de alcantarillado público para la industria de las curtiembres.

Sin embargo, el investigador considera que esta norma no contempla: los límites máximos permisibles en aguas residuales no domésticas específicas para la etapa de teñido, los colorantes, que son los principales contaminantes del efluente de este proceso, ni sus químicos asociados.

Además, en zonas rurales, alejadas y con poco control, muy frecuentemente las aguas residuales de las curtiembres se vierten sin ningún tratamiento, o con uno inapropiado, directamente sobre las fuentes hídricas. Esto hace que uno de los principales desafíos ambientales de estas regiones sea el reducir la contaminación generada por esta actividad industrial y recuperar las aguas residuales ya contaminadas.

El proceso Fenton

En las curtiembres del municipio de Belén (Nariño) se fabrica y aplica una fórmula para “el color” utilizando diferentes marcas y gramajes. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.En las curtiembres del municipio de Belén (Nariño) se fabrica y aplica una fórmula para “el color” utilizando diferentes marcas y gramajes. Foto: Carlos Andrés Gómez Rodríguez, ingeniero químico.

Con una participación del 2,17% del producto interno bruto manufacturero, el sector del curtido de pieles es una de las actividades industriales más representativas en la economía colombiana y una de las de mayor proyección. La mayor parte de este se agrupa en forma de pequeñas y medianas empresas, que se dedican a la exportación del cuero tipo wet-blue (curtido con cromo en húmedo sin teñido o acabado), generando en promedio ingresos de 70 millones de dólares por año.

Las aguas residuales resultantes de la etapa de teñido se constituyen en todo un reto ambiental y económico debido tanto a la problemática generada por su alta concentración de colorante y los elementos asociados a la presencia de metales pesados (cromo), como a la relevancia socioeconómico que estas empresas tienen para el municipio y la región.

Para buscar alternativas de solución, el magíster Gómez caracterizó el agua residual de la etapa de teñido de una industria de curtiembres representativa en Belén, la cual se trasladó a la UNAL Sede Manizales cumpliendo con las condiciones adecuadas para su toma, transporte y preservación.

Con base en esto, y apoyado en recursos bibliográficos disponibles, seleccionó el método como tratamiento viable para degradar el colorante en el agua residual y disminuir la concentración de otro tipo de contaminantes.

En el caso de Belén, se construyó un colector para que las curtiembres recojan las aguas residuales y las ubiquen en un punto sobre la quebrada Mocondino. A futuro es necesario no solo tratar los efluentes, sino además lograr que su reutilización se convierta en una prioridad. Aunque la ventaja de tratar específicamente las aguas residuales de cada etapa, y por separado, ya se ha demostrado, es necesario realizar más trabajos de investigación enfocados en el tratamiento de las aguas residuales de desengrasado, engrasado y teñido, pues es en estos efluentes donde se deben realizar los mayores esfuerzos de tratamiento en los años venideros.

periodico.unal.edu.co