Todo ocurrió en la segunda mitad: un gol fantástico del capitán y luego Denzel duplicó la ventaja con un cabezazo. Los invitados vuelven al juego con Esposito, Tikus cierra el partido
La belleza va de la mano con la fuerza. El deseo, con precisión. Determinación, unida a habilidad. Y paciencia, que es fundamental. Se juega siempre, un partido tras otro, y también hay que tener paciencia, saber cuándo acelerar y cuándo frenar, encontrar a alguien que te arrastre en el momento quizás más delicado. ¿Quién si no el capitán? Cuando Lautaro patea, en el minuto 55, todo el San Siro contiene la respiración, siguiendo ese balón en su camino hacia la escuadra: es un momento que parece interminable. Un gol que derriba el muro del Empoli, parte el partido, lo descorcha después de una primera parte cansadora, cerrada y tacaña en oportunidades. Un shock para todos, un shock para el Inter que luego dobló con la energía infinita de Denzel Dumfries, vio reabrirse el partido con el gol de Esposito y cerró definitivamente el partido con el veredicto de Marcus Thuram. 3-1, una victoria muy importante, para nada baladí, que lleva a los nerazzurri a 47 puntos en el campeonato.

Una época de espacios desordenados, mucho trabajo y poco brillo. Los compromisos estrechos, los adversarios siempre inclinados al cierre total, las ideas por encontrar incluso cuando se siente el cansancio. El Inter intenta salir adelante desde el principio, pero lo tiene complicado entre líneas un Empoli que cierra con inteligencia. Lautaro, tras un remate en el área, vuelve al campo con mucha determinación y casi marca un golazo de media vuelta dentro del área, cuando salva Vásquez. Es el grito más grande de los primeros 45 minutos. El Inter trabaja bien, domina el juego, pero no consigue rematar. Lautaro se paró a un paso de marcar, Asllani se anticipó y Barella intentó desde la frontal. La gran forma de Dumfries, la excelente geometría del mediocampo de Asllani, la vivacidad de Barella: el Inter lo intenta, con consistencia. Empoli está completamente atrás: Sommer es un espectador.

Lo más destacado del partido19 de enero de 2025
Inter 3-1 Empoli | Lo más destacado | Serie A 2024/25

El trabajo profundo de Carlos Augusto, una fase defensiva que no hay que descuidar: el Inter sabe que no debe dejar su flanco al Empoli, mientras piensa con insistencia en cómo descomponer el partido. Potencia y genialidad: Lautaro Martínez en el minuto 55. Remate con la derecha desde fuera del área que se cuela con potencia y precisión por la escuadra. Un grito de miedo, un abrazo colectivo, números de locura: 139 goles con el Inter, Lorenzi cada vez más cerca en el ranking histórico, 111 goles en la Serie A con la camiseta nerazzurri (entre los goleadores extranjeros alcanzó a Icardi).

No es un objetivo, es una descarga de adrenalina. El Inter se enciende, Lautaro lo vuelve a intentar. Algo cambia en el aire. Y los cambios añaden más fuerza a una recuperación que va muy fuerte. Mkhitaryan y Thuram encuentran inmediatamente la sensación adecuada, mientras que Barella y Dumfries siguen machacando. Córner de Asllani para que el Dumfries saltara al cielo en el minuto 79 supuso el 2-0: un tanto muy importante y deseado, ganado por un Denzel cada vez más decisivo.

El Empoli no se rindió: encontró el gol que reabrió el partido con Sebastiano Esposito, un rostro conocido, que había marcado en esa misma portería con la camiseta nerazzurri. Un gol que inmediatamente elevó la apuesta del partido y que el Inter quiso borrar inmediatamente. Lo hace con un doble espectáculo de verticalización: Darmian para Barella, quien divide el campo para Arnautovic. Gran Marko en la propuesta al centro para Thuram: Tikus, glacial, hace el 3-1 que cierra el partido.

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