Como hace once meses (0-4 en Via del Mare, febrero de 2024), como cuando el Inter abre el acelerador y luego es difícil contenerlo. Es difícil encontrar en esta victoria un rostro, un protagonista, uno mejor. La fuerza de un grupo que avanza gracias a la energía compartida, al juego sensacional de individuos al servicio de sus compañeros. Thuram que vuela, que domina, que sirve asistencias perfectas. Frattesi que siempre está ahí, puntual, un gol y un penalti ganado. El capitán: una maravilla al abrirse paso a través de la red, un precioso taconazo como asistencia. Dumfries: siempre él, siempre marcando. Pero también los demás, desde Sommer hasta Taremi, que entra y marca. Son 50 puntos, después de 21 partidos, 55 goles marcados: el Napoli sigue por delante con tres puntos de ventaja, con un partido menos para los nerazzurri.

Marcus Thuram se presenta en Via del Mare y con su sonrisa pícara, antes del partido, lo deja claro: «El Lecce es un equipo que necesita puntos, tendremos que ser buenos para tomar el control del partido desde el principio». Dicho y hecho. Marelli ni siquiera tiene tiempo de silbar antes de que el delantero centro nerazzurri comience su baile. Que en realidad no parece correr, sino flotar sobre el césped del estadio. El espectáculo nerazzurri comenzó con la disposición del equipo de Inzaghi a atacar desde el primer momento: con balón, pero también sin él, en un contraataque que desembocó en el primer mano a mano de Thuram del partido. Lo que pone en escena, a los cinco minutos, es un espectáculo de altísimo nivel: el doble regate, con doble paso y toque de suela, le permiten superar a Baschirotto, luego la asistencia en el centro para el puntual, como siempre, Davide Frattesi.

Un gol muy importante para comenzar un partido lleno de escollos, con el Lecce decidiendo centrarse mucho en la fase ofensiva, pero dejando demasiados espacios detrás de sus centrocampistas. Espacio literalmente devorado por los nerazzurri, invitados a frecuentes y a menudo letales situaciones de uno contra uno. Cada acción del Inter es una potencial oportunidad de gol. En el minuto 21, fue el propio Thuram, a pocos pasos de Falcone, quien no logró doblar la ventaja. Estos son los minutos en los que el Inter intentará asestar el golpe de gracia. Orquestando todo está Lautaro, el número 10 que pone los toques finales: el capitán cose el juego y luego marca. Primero encuentra a Carlos Augusto, quien marca, pero está en fuera de juego. Luego activa a Thuram, que manda marcar de nuevo a Frattesi: otra vez, fuera de juego. Dos goles anulados en un instante, con el Lecce manteniéndose con vida e intentando levantar cabeza con Dorgu.

Lautaro, sin embargo, muestra el camino: con una maravilla, un auténtico prodigio de zurdazo al ángulo superior desde la frontal del área, pone el 2-0, esta vez inatacable. Segundo máximo goleador extranjero en la historia del Inter en la Serie A (112 goles), y gol número 141 de los nerazzurri, con Benito Lorenzi cada vez más cerca.