El primer gran examen de la Vuelta permitió descubrir el auténtico nivel de los favoritos a estas alturas de carrera. Fabio Aru (Astana) fue el mejor parado en la larga ascensión a Capileira, en Las Alpujarras, aventajando en un puñado de segundos a un grupo con Rafal Majka, Alejandro Valverde, Nairo Quintana, Tom Dumoulin, Joaquim Rodríguez o el líder; Esteban Chaves. Casi todos los candidatos al maillot rojo, a excepción tal vez de un Chris Froome al que se atragantó la parte final de una subida marcada por el intenso calor.
Tras unos pocos kilómetros de diversos ataques y contraataques, cinco hombres burlaron la vigilancia del pelotón en el kilómetro 12 de etapa. Amets Txurruka (Caja Rural-Seguros RGA), Jerome Cousin (Europcar), Bert Jan Lindeman (LottoNL-Jumbo), Carlos Quintero (Team Colombia) y el bielorruso Ilia Koshevoy (Lampre-Merida) hicieron camino de forma rápida llegando a alcanzar más de 13 minutos antes de la llegada a Granada.
Primero nadie, después Orica-GreenEdge en solitario en tareas de control y finalmente Astana lideraron una caza que se limitó a los últimos 75 km. Cuando los kazajos optaron por guardar fuerzas, Movistar asumió entonces la persecución, en compañía más tarde de Katusha. Los fugados comenzaron a ascender las primeras rampas de Capileira con una ventaja de 6 minutos.
Carlos Quintero fue el primero en perder terreno en las rampas tempranas de la ascensión. Tras varios ataques de Jerome Cousin, era Ilia Koshevoy el que se marchaba en solitario, aunque poco después se le unirían el francés del conjunto Europcar y el neerlandés de Lotto-Jumbo. Lindeman supo regular mejor que nadie y asestó su golpe definitivo con la línea de meta ya a la vista, anotándose así su mejor victoria como profesional.
La doble ascensión a la Cresta del Gallo, con sus respectivas bajadas, pondrá a prueba mañana a los valientes que quieran el triunfo de etapa en el regreso de la Vuelta a España a Murcia.