Descripción: El Grupo de Potencial de Minerales lleva varios años recorriendo distintos departamentos del país, con el fin de identificar y estudiar las zonas con alto potencial para fosfatos, un macronutriente y mineral estratégico que podría potenciar la sostenibilidad, el desarrollo agrícola y los encadenamientos productivos del país.
Analizar cómo la investigación geocientífica puede contribuir a la seguridad alimentaria de un territorio abre múltiples perspectivas sobre las cuales el SGC lleva años planteando y realizando estudios en favor del desarrollo y el bienestar de las poblaciones. El proyecto de investigación y prospección de fosfatos es un ejemplo de ello.
Ejecutado por el Grupo de Potencial de Minerales, perteneciente a la Dirección de Recursos Minerales de la entidad, este proyecto busca identificar, mapear y caracterizar las zonas con potencial para fosfatos, de manera que puedan ser aprovechados en la fabricación de agroinsumos nacionales.
Expertas del Grupo de Potencial de Minerales evalúan si la roca recolectada tiene contenido de fósforo. – Foto: David Amado Pintor.
Pero, ¿qué son los fosfatos y por qué son importantes? También conocidos como roca fosfórica, son la forma más común y abundante en la que podemos encontrar fósforo en la naturaleza. Por su composición, este mineral tiene diversos usos industriales y sirve para la fabricación de fertilizantes.
¿Cómo se lleva a cabo esta investigación?
Una vez se tienen identificadas las zonas de interés, se hace una revisión bibliográfica en la que se consulta toda la información que el SGC tenga disponible al respecto: desde cartografía geológica, hasta estratigrafía (muy importante en este tipo de yacimientos) y paleontología para establecer la edad de las rocas.
Luego viene el trabajo de campo, en el que expertos y expertas recorren caminos, quebradas, vías, carreteables, cerros y montañas, buscando los sitios donde afloran las unidades de roca para realizar levantamientos estratigráficos, cartografía geológica detallada, mediciones, descripciones mineralógicas y texturales, así como toma de muestras de aquellas rocas que puedan tener concentraciones interesantes de fósforo.
Las anotaciones en la libreta de campo y la actualización de los mapas geológicos también son parte importante del trabajo en las zonas de estudio. – Foto: David Amado Pintor
Finalizada esta etapa en las zonas de estudio, las muestras son enviadas al laboratorio del SGC, donde se realizan secciones delgadas para determinar la textura y composición mediante el uso de microscopio petrográfico. Adicionalmente, se realizan múltiples análisis como difracción y fluorescencia de rayos X para identificar los elementos y minerales que hay en dichas rocas: no solo aquellos de interés económico, como el fósforo, sino también los de interés ambiental, como el uranio, el cadmio y el plomo.
En el caso del fósforo (P₂O₅), si el porcentaje encontrado supera el 18 %, se considera que se trata de una fosforita. Si es menor, puede hablarse de una roca fosfática, la cual también es relevante para la investigación. Cabe mencionar que durante estos recorridos es posible encontrar otros minerales con elementos como potasio, magnesio o calcio, que también son de interés para la agricultura.
Reacción de una roca al aplicar molibdato de amonio con ácido nítrico para identificar el contenido de fósforo en ella. Foto: David Amado Pintor
En caso de que se hayan colectado fósiles durante el trabajo de campo, a estos se les hace un análisis paleontológico para complementar la cartografía geológica y determinar las edades de los intervalos de roca observados.
¿Cuáles son las zonas que estudia el SGC?
Desde 1960, se determinó el Cretácico superior como el intervalo estratigráfico en el que se encuentran estos minerales en Colombia. Por esa razón, los estudios del SGC en esta materia se han enfocado en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Huila, Tolima, Santander y Norte de Santander, sitios en los que hay abundancia de rocas sedimentarias originadas en esta época.
Además de estos minerales, la entidad trabaja en otras tres líneas temáticas: potasio, también orientada a la seguridad alimentaria; arcillas y materiales de construcción, dirigidas a proyectos de infraestructura pública, en concordancia con el Plan Nacional de Desarrollo.
Para Roberto Terraza, líder del Grupo de Potencial de Minerales, la relevancia de este proyecto está en “apoyar al Gobierno Nacional en la seguridad alimentaria del país, mediante la prospección geológica de insumos básicos para la producción local de fertilizantes, como los minerales de fósforo contenidos en las fosforitas. El país importa más del 95 % de los fertilizantes a precios elevados por diversos factores, y este proyecto busca que haya más producción nacional a precios más bajos para los agricultores colombianos”.
Diana Parra y Nadia Rojas, geólogas del SGC, en la quebrada Lemayá, en Baraya, Huila: una de las zonas determinadas para llevar a cabo el trabajo de campo y la recolección de muestras. Foto: David Amado Pintor
Actualmente, el proyecto de investigación y prospección de fosfatos sigue en ejecución, con el mapeo realizado en el departamento del Huila. El siguiente paso será compilar, procesar y digitalizar la información; enviar las muestras al laboratorio; ensamblar los mapas con los nuevos datos recogidos; y construir los informes que serán la base para el aprovechamiento de los minerales en favor de agricultores, pequeños empresarios y, en general, del desarrollo económico del país.
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