Tegnologia para medir efectos del Cambio Climatico...

Agencia de Noticias UN– Un total de 35 estudiantes de la U.N. Sede Palmira se entrenan este semestre en el manejo de modernos programas que permiten estudiar el efecto del cambio climático en los cultivos.

Dicha capacitación se ofrece a través de la cátedra Cambio Climático y Agrobiodiversidad, la cual cuenta con la participación de expertos de la U.N., del Centro de Investigación en Agricultura Tropical, la ONG Biodiversidad Internacional y el Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS).

Parte de su importancia radica en situaciones como la actual, en la que el verano se intensifica cada vez más en el país. De hecho, en el Valle del Cauca ya se presentan racionamientos de agua en seis municipios: Anserma Nuevo, Restrepo, San Pedro, Sevilla, Toro y Vijes, este último ha resultado más afectado por el desabastecimiento de las quebradas Carbonero y Villa María.

“Es la manera de contribuir, a través de la formación, a solucionar una problemática que cada vez nos atañe más”, afirma el profesor Carlos Iván Cardozo Conde, Ph. D. en Ciencias Agrarias, quien añade que de lo que se trata es de estudiar y prever el efecto de estos cambios drásticos sobre los recursos biológicos, especialmente en lo relacionado con la producción de alimentos.

Para ello, durante un semestre se capacitan equipos multidisciplinarios mediante softwares de programación y modelación de cultivos, para analizar qué pasaría si sube la temperatura un grado centígrado, evaluar el impacto de las inundaciones y sequías o hacer correctivos de movilidad de cultivos y reubicación de comunidades.

“Para el modelamiento climático (temperatura y precipitación) de la zona de trabajo o cultivo, usamos códigos para el programa Rstudio, como los modelos Downscaled, homólogos y análogos, y Agricolae, entre otros”, explica Claudia Fernanda Millán Carvajal, estudiante de Ingeniería Agrícola de la Sede Palmira.

Según señala, el software permite comparar dos zonas geográficas distintas, incluso dentro de 50 años, lo cual ayudaría a tomar medidas correctivas para mitigar impactos ambientales a corto y largo plazo.