Tus decisiones diarias impactan tu huella de carbono personal –

Según The Nature Conservancy, una huella de carbono típica en Estados Unidos es de 16 toneladas, mucho mayor que el promedio mundial de aproximadamente 4 toneladas. Es fundamental saber esto, ya que la huella de carbono colectiva de individuos, empresas y productos impacta directamente en el calentamiento global. Según The Nature Conservancy, la huella de carbono global promedio anual debe disminuir a menos de 2 toneladas para 2050 para evitar un aumento de casi 4 grados Fahrenheit con respecto a las temperaturas globales preindustriales.

¿Importa un aumento de 3.6 grados Fahrenheit en la temperatura global? Según un informe de la NASA, sí. Este aumento representa un umbral crítico en el que se producirán «efectos peligrosos y en cascada del cambio climático generado por el ser humano»: eventos como olas de calor extremas, sequías severas e incendios forestales generalizados.

Hay medidas que podemos tomar individualmente para reducir nuestra huella de carbono colectiva, como realizar mejoras resilientes al clima en nuestros hogares. Comprender cómo tus actividades diarias afectan al medio ambiente es el primer paso para reducir tu huella de carbono.

¿Qué es la huella de carbono?
En pocas palabras, tu huella de carbono representa la cantidad de gases de efecto invernadero que generan tus acciones y decisiones. Herramientas como una calculadora de huella de carbono pueden ayudarte a calcular tu impacto en el medio ambiente. Estas herramientas tienen en cuenta aspectos como el tamaño del hogar, la ubicación geográfica, la dieta personal, el medio de transporte, los hábitos de compra y más. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) cuenta con una calculadora de huella de carbono, al igual que organizaciones ambientales sin fines de lucro como The Nature Conservancy y Conservation International.

Cómo reducir tu huella de carbono
Usar el transporte público es una forma eficaz de reducir tu huella de carbono

Aquí tienes 10 maneras sencillas de reducir tu huella de carbono y contribuir a contrarrestar el calentamiento global.

Usar el transporte público

Aunque la mayoría de los medios de transporte público utilizan combustibles fósiles, es una forma más ecológica de desplazarse, ya que reduce el número de vehículos particulares en circulación. Además, muchas ciudades están adoptando energías más limpias para sus opciones de transporte público.

Trabajar desde casa

Si tu empleador lo permite, el teletrabajo es una excelente manera de reducir tu huella de carbono, ya sea todos los días de la semana o solo algunos. Trabajar desde casa también reduce otros aspectos de tu huella de carbono al reducir los bienes y servicios que compras debido a tus desplazamientos diarios a la oficina, como salir a comer e incluso lavar la ropa en la tintorería.

Desenchufa tus electrodomésticos cuando no los uses

Las lámparas, tostadoras y otros electrodomésticos de cocina pueden consumir lo que se llama «energía vampiro» cuando están apagados pero conectados a la corriente. Para reducir tu huella de carbono, desenchúfalos cuando no los uses.

Compra cosas nuevas solo como último recurso

Haz buen uso de las cosas que tienes. Repara las cosas en lugar de reemplazarlas cuando sea posible, y compra de segunda mano cuando sea el momento de reemplazarlas. Comprar cosas nuevas debería ser la última opción y hacerse con moderación. Además, considera unirte al grupo «no compres nada» de tu barrio. ¿No hay uno en tu zona? ¡Crea una para impulsar la economía circular en tu barrio!

No desperdicies comida

Cuando la comida se tira en un vertedero, no se descompone como lo haría en una pila de compost. Queda atrapada con el resto de la basura y emite gases, lo que aumenta la huella de carbono. Almacena los alimentos adecuadamente, aprovecha bien tu congelador, composta los restos y evita comprar demasiados alimentos.

Seca tu ropa al aire libre

La ropa es un gran emisor de gases en casa, por lo que tenderla es una forma eficaz de reducir tu huella de carbono. Incluso si solo cuelgas las prendas más voluminosas, acortarás el ciclo de secado, reduciendo así tu huella de carbono con el tiempo.

Reconsidera tu alimentación

Según las Naciones Unidas, un tercio de los gases de efecto invernadero generados por el ser humano se asocian con la producción de alimentos. Si bien algunas dietas se consideran las más ecológicas, consumir alimentos locales, de temporada e integrales es un paso en la dirección correcta para reducir tu huella de carbono. Los alimentos de origen animal, especialmente la carne roja y los camarones, se asocian con las mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Opta por proteínas de origen local y alimentos de origen vegetal. Además, incorpora a tu dieta más alimentos con bajas emisiones de carbono, como la avena, las frutas y verduras y las legumbres.

Al tomar medidas para proteger tu hogar del cambio climático, contribuyes a la resiliencia de tu comunidad.
7 mejoras para un hogar resistente al clima que te ayudarán a desarrollar resiliencia en condiciones climáticas extremas

Evita el plástico

Optar por botellas de agua reutilizables en lugar de comprar botellas de plástico reducirá tu huella de carbono. – Foto cortesía de SolStock / E+

El plástico se fabrica a partir del petróleo, por lo que evitar los productos que lo utilizan es una forma eficaz de reducir tu huella de carbono. En el supermercado, opta por productos frescos en lugar de los envasados ​​en plástico. Deshazte de las bolsas de plástico y usa recipientes de vidrio y bolsas de tela reutilizables. Evita las botellas de agua de plástico e invierte en una botella o termo reutilizable.

Dona los artículos que ya no usas

Haz un inventario de lo que usas poco o nada en tu hogar y considera donarlos a una tienda de segunda mano, Goodwill u otra tienda de reutilización que participe en la economía circular. Tu donación ayudará a otros a evitar tener que comprar cosas nuevas.

Espera antes de actualizar tus dispositivos electrónicos.

No compres teléfonos inteligentes ni computadoras nuevos solo porque salió la última versión. Al hacerlo, acortas la vida útil de estos productos que consumen muchos recursos. Si tu dispositivo aún funciona y cumple su función, consérvalo.

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