Oficina de las Naciones Unidas para las Alianzas
Nueva York — A solo cinco años de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el tiempo apremia para las comunidades en riesgo. A medida que los fenómenos climáticos extremos se intensifican y las infraestructuras se ven sometidas a una gran presión, los sistemas de alerta temprana basados en inteligencia artificial (IA) y datos en tiempo real se convierten en herramientas esenciales para salvar vidas y proteger los avances del desarrollo.
En el 10.º Foro Anual Multisectorial sobre Ciencia, Tecnología e Innovación para los ODS (Foro CTI), la OMM fue una de las organizadoras del evento paralelo «Alerta temprana para todos: Aprovechar las tecnologías basadas en IA para fortalecer el desarrollo social y la resiliencia sectorial», que reunió a una poderosa coalición de voces, desde líderes de las Naciones Unidas hasta representantes de gobiernos, el mundo académico y el sector privado. Su mensaje colectivo fue claro: las alertas tempranas deben llegar a todos y basarse en la equidad, la confianza y las alianzas.
Centrando la atención de las personas y las alianzas en la innovación de la alerta temprana
Al inaugurar la sesión, Robert Kayinamura, Representante Permanente Adjunto de Ruanda ante la ONU, enfatizó el costo humano de la inacción: “Los desastres no esperan. En Ruanda el año pasado, las inundaciones y los deslizamientos de tierra se cobraron más de 130 vidas y desplazaron a más de 16.000. No son solo números: son familias, son futuros”. Hizo un llamado a que las alertas tempranas se consideren una prioridad moral, destacando los esfuerzos de Ruanda para integrar la inteligencia artificial y los datos satelitales en la predicción, fortalecer los sistemas locales e invertir en resiliencia centrada en las personas. John Gilroy, Jefe del Servicio de Fondos Fiduciarios y Programas de la Oficina de las Naciones Unidas para las Asociaciones de Colaboración (UN Partnerships)
John Gilroy, Jefe del Servicio de Fondos Fiduciarios y Programas de la Oficina de las Naciones Unidas para las Asociaciones de Colaboración (UN Partnerships), se hizo eco de esta urgencia y destacó el papel de la colaboración: “Las alertas tempranas convierten la pérdida en prevención, transforman el caos en preparación y el miedo en acción. Sin embargo, la mitad del mundo aún vive sin ellas. No se trata solo de una deficiencia, sino de un fracaso global que debemos corregir urgentemente. Pero no lo estamos haciendo solos. La iniciativa Alertas Tempranas para Todos es un ejemplo vivo de cómo las alianzas entre agencias de las Naciones Unidas, gobiernos y el sector privado generan resultados”.
Construyendo Sistemas que Llegan a Todos
Seizo Onoe, Director de la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), se hizo eco de este mensaje haciendo hincapié en la infraestructura: “La conectividad no es una cuestión técnica de último momento. Es el sustento. Sin ella, incluso los sistemas de alerta temprana más avanzados resultan inútiles”.
Dr. Juan Lavista Ferres, Científico de Datos Jefe y Vicepresidente Corporativo de Microsoft, y Director de AI For Good Lab, enfatizó que antes de que la IA pueda predecir riesgos, primero debe ayudarnos a identificar a quienes se están quedando atrás: “Desde el principio nos dimos cuenta de que la base de los sistemas de alerta temprana no es solo la tecnología. Se trata de saber dónde vive la gente. En muchos lugares, los mapas tienen entre 10 y 15 años de desactualización, o comunidades enteras simplemente no están mapeadas. Y si no estás en el mapa, es difícil ayudarte o incluso saber que necesitas ayuda”. Mediante colaboraciones e imágenes satelitales, Microsoft utilizó la IA para mapear cada edificio en regiones previamente no mapeadas. “Ahora estamos combinando eso con datos sobre quién no está conectado. Porque, por muy avanzado que sea tu modelo de IA, si las personas no pueden recibir la alerta, este falla. La intersección del riesgo y la desconexión es donde viven los más vulnerables, y ahí es donde debemos enfocarnos”. El Dr. Joshua L. DeVincenzo, del Centro Nacional de Preparación para Desastres de la Universidad de Columbia, destacó las dimensiones conductuales e institucionales de la confianza: “Debemos preguntarnos: ¿confían las comunidades en estos sistemas porque reflejan sus necesidades o porque no tienen otra alternativa? La confianza no se construye en el momento del impacto. Comienza con el diseño, la relevancia y la autopercepción en los datos. Debemos pasar de la entrega de datos al apoyo a la toma de decisiones”.
Xavier Estico, director ejecutivo del Instituto Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Seychelles, compartió cómo la nación insular está construyendo un sistema de alerta temprana multirriesgo basado en su perfil de riesgo único, que incluye tsunamis, floraciones de algas e incendios forestales: “Nuestra ambición es clara, pero los desafíos son reales: financiación limitada, datos fragmentados y una base poblacional pequeña. Aun así, seguimos avanzando, diseñando sistemas compatibles con IA y revisando la legislación obsoleta para hacer realidad esta visión”. Innovación en Acción.
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