¿Y si las ballenas jorobadas ya intentan hablarnos? Un estudio revela que ellas podrían ser la inteligencia no humana que tanto buscamos.

Carolina Gutiérrez Argüelles 

por Carolina Gutiérrez Argüelles

 junio 19, 2025

en NATURA

Ballenas jorobadas se comunican con burbujas

Ballenas jorobadas se comunican con burbujas
Ballenas jorobadas se comunican con burbujas
Ballenas jorobadas se comunican con burbujas
Ballenas jorobadas se comunican con burbujas
Ballenas jorobadas se comunican con burbujas

Mientras millones miran al cielo en busca de vida inteligente, parece que una forma de comunicación avanzada podría estar surgiendo desde las profundidades del océano. Las ballenas jorobadas están dejando perplejos a los científicos con un comportamiento jamás registrado: crear anillos de burbujas perfectos en presencia de humanos, como si intentaran enviarnos un mensaje. Este hallazgo no solo reaviva la fascinación por estos gigantes del mar, sino que también plantea una pregunta radical: ¿estamos al borde de una conversación con otra especie inteligente?

¿Están tratando de comunicarse con nosotros las ballenas jorobas?

Las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) son famosas por sus espectaculares saltos, cantos hipnóticos y por su técnica de caza con “redes de burbujas”. Pero en 2025, un estudio liderado por el Instituto SETI y la Universidad de California en Davis ha documentado un comportamiento que parece ir más allá de lo instintivo: la creación de anillos simétricos de burbujas en encuentros cercanos con humanos.

A diferencia de sus caóticas nubes de burbujas para atrapar peces, estos anillos son solitarios, perfectamente circulares y aparecen solo cuando hay presencia humana cerca. En el estudio, se registraron 39 anillos en 12 encuentros distintos con ballenas diferentes, y en el 100% de los casos había humanos presentes. Ningún anillo fue registrado en los más de 4.900 vuelos de drones donde no había personas alrededor.

Un comportamiento tan extraño como fascinante

Estos anillos no son una simple exhalación de aire. Según el pionero cetólogo Dr. Roger Payne, se trata de “nubes en forma de rosquilla que giran locamente y parecen anillos de humo gigantes”. Además, el hecho de que sean producidos en solitario y sin contexto de caza o alimentación descarta funciones comunes como la defensa o la búsqueda de comida.

Lo más intrigante: las ballenas parecen observar nuestra reacción tras crear los anillos. Algunas se quedan quietas, otras giran suavemente o asoman la cabeza como si quisieran ver cómo respondemos. Todo apunta a un comportamiento intencionado y curioso, no agresivo.

WhaleSETI: buscando vida inteligente… en casa

Este descubrimiento es parte del proyecto WhaleSETI, un juego de palabras que fusiona “SETI” (Search for Extraterrestrial Intelligence) con ballenas. Su misión es doble: estudiar cómo se comunican estos mamíferos marinos y usar ese conocimiento para desarrollar herramientas que nos ayuden a detectar inteligencia no humana… incluso en otros planetas.

“Las ballenas jorobadas podrían ofrecer pistas sobre cómo se manifiesta una inteligencia alienígena: silenciosa, sofisticada y diferente a la nuestra”, afirma el Dr. Fred Sharpe, coautor del estudio.

El equipo incluso ha logrado, en estudios anteriores, establecer intercambios acústicos con una ballena llamada Twain, reproduciendo sus llamados y recibiendo respuestas. Aunque aún no se entiende el significado de estas “conversaciones”, abre la puerta a una comunicación interespecies real.

¿Qué implicaciones tiene este hallazgo para los humanos?

Si las ballenas jorobadas realmente están tratando de interactuar con nosotros de forma activa, estaríamos ante uno de los descubrimientos más relevantes del siglo. Esto no solo replantea la inteligencia animal, sino también nuestra responsabilidad como especie dominante en un planeta compartido.

Los científicos insisten en que aún no hay una interpretación definitiva de los anillos, pero todo indica que podrían tener un componente lúdico, comunicativo o ambas cosas. Sea cual sea la motivación detrás de estos gestos, lo importante es que están dirigidos directamente a nosotros, lo cual no es común en animales salvajes de esta magnitud.

Esta historia no se trata solo de ballenas. Se trata de abrir la mente a la posibilidad de que la inteligencia no siempre viene en forma de dos patas, lenguaje verbal o civilización tecnológica. Si aprendemos a interpretar estas señales, podríamos estar dando el primer paso hacia una comunicación real entre especies. Y en el proceso, también podríamos entender mejor cómo sería comunicarnos con formas de vida que algún día encontremos más allá de la Tierra.

ecoosfera.com