No tiene cubos de basura, nada se desecha, los utensilios y platos son hechos de bambú, el agua es reciclada y como no podía ser de otra manera la comida es deliciosa.
En medio de una finca de 6 mil pies cuadrados en Copenhague, hay una comunidad de 40 familias que viven de la agricultura. Tienen gallinas, abejas, gusanos y cuando hace buen tiempo, su invernadero se convierte en un excelente restaurant.
Flemming Schiøtt, el chef y propietario de este restaurante, explica que no hay cubos de basura, ya que los desperdicios se juntan en una compostera justo detrás de la cocina.
Para lavar los platos se utiliza agua con probióticos que se pueden utilizar para regar las plantas. Además, preparan los platos al vapor con bambú.
Y como dato curioso, los alimentos que se comen en este restaurant no son del mismo invernadero, sino que lo compran a productores locales en el mercado.
Este restaurant es tan popular, que solo se puede ingresar con reserva, las cuales ya están copadas durante toda esta temporada.

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