Novak Djokovic no tiene límites: cuando su rival parece mostrar una de las mejores versiones de su vida, el serbio se inspira en momentos de presión. Por eso superó este domingo a Roger Federer en la final del US Open, sumó su segundo título en el certamen y el número 10 de Grand Slam. El número uno del mundo se impuso por 6-4, 5-7, 6-4, 6-4 en tres horas y 23 minutos de partido.
El serbio, que se convirtió en el tercer tenista de la era open (tras Rod Laver y Roger Federer) en alcanzar las cuatro finales de Grand Slam en un mismo año, superó un poco su versión extraordinaria del 2011: igualó los 63 triunfos de esa temporada y lo pasó en número de títulos de grandes (dos en aquel año y tres en este).
Roger Federer venía de imponerse en la final de Cincinnati ante el serbio y de mostrar un tenis exquisito durante el US Open, pero Novak Djokovic no lo dejó refrendar el buen momento. El serbio derrumbó las predicciones de los apostadores y la predilección del público. Pero a pesar de eso, el espectáculo y el tenis fueron los mayores ganadores con este vibrante duelo.
Se quebraron en los primeros dos juegos, pero la ruptura del saque de Roger Federer en el séptimo juego condicionó el resto del parcial. El suizo salvó una bola para set cuando iba 3-5, pero su devolución no pudo evitar que Novak Djokovic le acabara una racha de 28 parciales ganados de manera consecutiva. El último en ganarle un set a Roger Federer había sido justamente ‘Nole’ en la final de Wimbledon.
En el segundo parcial el suizo estuvo más preciso, olvidó la prisa de la primera parte y se dedicó a intentar. No sufrió opciones de quiebre y generó nueve a su favor, aprovechando la última cuando el serbio sacaba en el undécimo juego. Una hora y dos minutos duró ese set por culpa de juegos como el décimo que duró más de 15 minutos.
El siguiente set se definió todo en el octavo juego. Novak Djokovic salvó dos puntos para quiebre y en el siguiente game dio el golpe: remontó un 40-15 y le ganó el saque al suizo. Punto neurálgico del partido. En el siguiente juego solo tuvo que sostener su servicio para poner la pizarra 2-1 a su favor.
En el cuarto y definitivo set, Roger Federer perdió su primer saque y volvió a cederlo en el séptimo. Djokovic no pudo cerrar el encuentro en el 5-2 con su servicio, pero no se desesperó y sentenció la historia en el décimo juego a pesar de haber estado 15-40 y ventaja en contra. El suizo cayó con dignidad, pero el serbio engrandeció un poco más su leyenda.
La clave del encuentro, en definitiva, fue la capacidad de resistencia de Novak Djokovic y la incapacidad de definición de Roger Federer. El mayor número de errores no forzados durante el torneo para el suizo había sido de 26, pero el de este domingo fue de 54.
Mientras Novak Djokovic ganó 6 de 13 puntos de quiebre, Federer sucumbió en la mayoría de oportunidades y alcanzó apenas 4 de 23. Además, a diferencia de la final en Cincinnati (último choque entre ambos), Novak Djokovic tuvo un mejor porcentaje de puntos en la red: 70% contra 66%.
Roger Federer no pudo ser el primer jugador en ganar seis o más títulos en dos eventos diferentes de Grand Slam, se quedó muy cerca de convertirse en el campeón más veterano del US Open, desde Ken Rosewall en 1970, cuando tenía 35 años, y quedó ad portas también de transformarse en el primer tenista de la era abierta en ganar al menos seis trofeos del abierto de Estados Unidos.
Mientras Novak Djokovic llegó a 41 títulos sobre cemento, Roger Federer (líder en esta superficie) se quedó en 59. Sorpresas, lamentos, drama, bolas increíbles, gente parada de su silla. Todos los ingredientes tuvo un encuentro cuyo inicio se retrasó tres horas y cuyo final será difícil de olvidar.