La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) llamó hoy a diseñar políticas e inversiones orientadas a adaptar la agricultura a los efectos del cambio climático.

Reducir la deforestación y la sobreexplotación pesquera, mejorar la fertilidad de los suelos y rebajar las emisiones contaminantes, son algunas de las medidas que podrían contribuir a esa adaptación.

El director general de la FAO, José Graziano da Silva y el ministro de Agricultura de Francia, Stéphane Le Foll, hablaron de este y otros asuntos durante una reunión en el marco de las sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, que se celebran en Roma.

Ambos reclamaron que la seguridad alimentaria y la agricultura estén en el centro de los debates relacionados con el cambio climático y urgieron a los países a llegar a un acuerdo sobre este asunto en la cumbre de diciembre en París.

Graziano da Silva resaltó que el cambio climático ya está afectando a la seguridad alimentaria y hace más difícil la erradicación del hambre. También subrayó que las personas más vulnerables y pobres, que en su gran mayoría viven en áreas rurales, son los que más padecen los efectos negativos de ese fenómeno, como en el caso de las sequías y las inundaciones.

Agricultores, pescadores y otras comunidades rurales dependen en gran medida de recursos naturales para subsistir y “son los menos responsables del cambio climático, y no podemos esperar que soporten los costes de la adaptación”, enfatizó el director general de la FAO.