La Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP21) sirvió de marco hoy para la presentación de una nueva iniciativa que tiene el fin de mejorar los sistemas de alerta temprana de desastres por fenómenos meteorológicos.

Los gobiernos de Australia, Canadá, Francia, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos anunciaron que aportarán 80 millones de dólares para equipar a decenas de naciones con mejores sistemas de ese tipo.

Unos 80 países insulares pequeños en desarrollo y poco desarrollados, además de algunos Estados africanos se beneficiarán con este proyecto apoyado por la Oficina de la ONU para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDR), el Banco Mundial y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Los países en cuestión son, en general, los que padecen las consecuencias más dramáticas del cambio climático y los que menos recursos tienen para sistemas de alerta.

El lanzamiento de la iniciativa forma parte de una serie de soluciones y propuestas planteadas en la cumbre COP21 que tiene lugar en París.

El plan, promovido por Francia, tiene el objetivo de alcanzar a más de mil millones de personas, recaudando al menos 100 millones de dólares para 2020.

EarlyWarning

Al presentar la iniciativa, la ministra francesa para Desarrollo, Annick Girardin, explicó que la tecnología con que se ayudará a los países permitirá que reciban la información meteorológica de los satélites y se la transmitan inmediatamente a la población cuando se avecine algún desastre por todos
los medios de comunicación posibles.

«Radios, televisores, mensajes de texto. He viajado mucho desde hace año y medio y son raros los lugares donde no hay un teléfono celular en al menos una o dos casas de cada poblado», señaló Girardin.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la OMM, Michel Jarraud, recordó que los sistemas de alerta temprana han reducido considerablemente las pérdidas de vidas causadas por siniestros hidro-meteorológicos como son ciclones, las inundaciones, las tormentas, los incendios forestales, las olas de calor y los tsunamis.

Además, han evitado daños económicos anuales estimados en 300.000 millones de dólares.