Su caballerosidad y conocimientos de fútbol le han dado tanto prestigio que no ha necesitado de títulos para ganarse el respeto mundial, pues en 2012 fue incluido entre los mejores 10 entrenadores tras la votación de la Federación Internacional de Historia y Estadística.
Serio, cauto, respetuoso, disciplinado y con una pasión única por el balompié. Esos son valores que caracterizan a Reinado Rueda Rivera que este domingo, a sus 58 años de edad (nació el 16 de abril de 1957 en Cali), se coronó por primera vez campeón en Colombia. Un logro que se suma al triunfo que alcanzó en el Torneo Esperanzas de Toulon (Francia) con la Selección Colombia sub-20 en el año 2000.
Más allá de los trofeos, sus campañas con los clubes Cortuluá, Cali, Medellín y Nacional, y las selecciones nacionales de Colombia, Honduras y Ecuador (a las dos últimas las clasificó y llevó a los mundiales de Sudáfrica-2010 y Brasil-2014) dejaron huellas que se valoran.
No en vano la oferta que recibió después de firmar con Nacional para irse a Arabia, con muchos millones de dólares de por medio, que rechazó porque, le confesó a este diario, “el compromiso y el respeto están por encima de todo”.
A Rueda se le puede llamar catedrático del fútbol. No jugó en la rama profesional, pero en los equipos aficionados experimentó lo que es correr una cancha, sentir el dolor propio de los golpes y adaptarse a la convivencia en los camerinos.
Siempre supo que el fútbol era su opción de vida. Se graduó de Educación Física y Salud en la Universidad del Valle, y luego se fue a realizar su posgrado en la Escuela Superior de Deportes de Alemania, donde aprendió el idioma. Se encariñó tanto con ese país que una de sus metas es dirigir un equipo de allá. “He estado cerca de ese objetivo, pero por diferentes circunstancias se ha aplazado”, confesó en días recientes.
Casado con Jineth Ruanos y padre de Alejandra y Carolina, que viven en Canadá, y Juan David, residenciado en Cali, Reinaldo es instructor Fifa. Durante su carrera se ha preocupado por contribuir con la formación de los técnicos colombianos.
Nacional lo repatrió luego de 13 años de permanecer como un gitano en el exterior y de alejarse por periodos largos de su familia. Ahora, cerca de ellos, recibe una recompensa que seguramente alcanzará en el futuro con la Selección Colombia.
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