Por: Víctor Manuel Holguín, Unimedios Bogotá
El análisis de los eventos climáticos sucedidos entre 1960 y 2014 en la Isla de Providencia, la Isla del Rosario, el Parque Nacional Natural Tayrona y Punta Gallinas ha servido para determinar varios fenómenos que desde hace poco más de medio siglo influyen en el clima del país.
Las oscilaciones del atlántico norte (OAN), la Decadal del Pacífico (ODP), la Madden y Julian (OMJ), así como la migración de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), son algunos de los fenómenos climáticos que, además del Fenómeno de El Niño, generan anomalías en las regiones marinas de Colombia.
Por eso, con la pregunta: ¿por qué en el país se culpa a El Niño cuando ocurre cualquier evento climático?, rondando en su cabeza, la profesora Nancy Liliana Villegas, del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia (UN), se dio a la tarea de evidenciar la influencia de dichos fenómenos.

El Niño obtuvo su nombre en alusión al Niño Jesús, después de que pescadores de merluzas en Paita (Perú) notaran que su producción se afectaba durante la temporada navideña a causa de una corriente que venía desde Australia a esa zona y calentaba el agua. “La situación generó ausencia de surgencia, evento que trae aguas profundas, frías y llenas de nutrientes a la superficie por la acción de vientos cálidos y secos denominados alisios del Sur”, amplía la ingeniera oceanóloga.

Teniendo en cuenta estos aspectos, la docente y el Grupo de Investigación en Oceanología Cenit de la un, estudiaron la variación de la Temperatura Superficial del Mar (TSM) en la Isla de Providencia (San Andrés), la Isla del Rosario (Bolívar), el Parque Tayrona (Magdalena) y Punta Gallinas (La Guajira); cuatro puntos del Caribe colombiano seleccionados porque algunos son parques naturales declarados por la Unesco y otros tienen importancia pesquera.

Para ello se apoyaron en datos mensuales de la tsm obtenidos del International Comprehensive Ocean–Atmosphere Data Set (Icoads) para el período 1960–2014, así como en una serie de índices que permiten identificar cambios por la oscilación de El Niño, e indagar, por ejemplo, si los focos oscuros en la superficie del Sol, que se generan por exceso de energía y explosiones en su superficie, pueden aumentar o disminuir las temperaturas o la variabilidad climática del océano Pacífico durante lapsos de entre 20 y 30 años.