Berta Cáceres, de 44 años, una de las defensoras más reconocidas de los derechos humanos, los pueblos indígenas y el medioambiente y, al mismo tiempo, de las más amenazadas de Honduras, fue asesinada por hombres armados que entraron en su casa, en el departamento de Intibucá, al oeste de Tegucigalpa, la noche del miércoles.
Cáceres, indígena lenca, ganadora en 2015 del prestigioso Goldman Environmental Prize, había denunciado en numerosas ocasiones que había sido amenazada y que temía por su vida. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había dictado medidas cautelares para su protección. En el momento de ser asesinada ningún miembro de las fuerzas de seguridad de Honduras estaba presente.
Berta Cáceres fue una de las fundadoras en 1993 del Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas y Populares de Honduras (COPINH). Cáceres lideró la oposición al proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca que afectaba varios ríos en el departamento de Intibucá. Fue también una conocida opositora al golpe de Estado que derrocó en 2009 al presidente Manuel Zelaya.
“Cáceres era coordinadora del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras, que luchaba contra la amenaza para las comunidades lenca de la tala ilegal de árboles. En 2015, había ganado el premio Goldman por su papel clave en contra de un controvertido proyecto de represa en el río Gualcarque”, afirmó el portavoz del Alto Comisionado en Ginebra, Rupert Colville.