El Niño se lleva los alimentos de nuestras mesas. Se ensaña, en particular con la agricultura y la pesca. La elevación de la temperatura del mar, producida por el fenómeno natural, causa alteraciones en el clima y en las lluvias de todo el mundo y afecta directamente a esos dos sectores claves en la producción de alimentos.

Y, según la agencia de meteorología británica Met Office, el 2016 puede ser el año más caluroso desde que se lleva registro del fenómeno. Este año, la temperatura se situará entre 0,41 y 0,65 grados centígrados por encima de la media registrada entre 1981 y 2010 (14,3 grados), Los cálculos apuntan a que el fenómeno de El Niño sumará cerca de 0,2 grados al promedio global en el 2016. Esto afecta directamente a los alimentos que queremos llevar a nuestros hogares.

En Latinoamérica, los países históricamente más afectados son Ecuador y Perú.

Se estima que los daños en la producción para el Perú, durante el episodio de 1997-1998, fueron superiores a los US$3.500 millones. Aproximadamente 200 mil hectáreas agrícolas resultaron afectadas en todo el país. Este espacio equivale a más de 160mil toneladas de trigo, arroz, maíz o cebada, lo suficiente para alimentar a medio millón de personas por todo un año.

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte: “El Niño continua afectando a la agricultura mundial. … [y] ha suscitado preocupación sobre su impacto en las perspectivas de producción para 2016”. ¿Qué hacer?

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Aquí presentamos 5 ideas para mantener a El Niño bajo control:

1. Nuevos cultivos

Romper algunas tradiciones podría resultar provechoso. Existen diversos cultivos que requieren poca agua. Si bien, es necesario tener ciertas condiciones del suelo y agua, un agricultor preparado y capacitado técnicamente para trabajar con cultivos alternativos más acordes con las condiciones climáticas es lo ideal.

“Para hacer frente a la variabilidad climática, la diversificación productiva y la aplicación de técnicas y prácticas climáticamente inteligentes que permitan manejar el suelo y el agua oportuna para riego, es muy importante. Esto ayudará a reducir las pérdidas en la producción y adaptarnos a las condiciones climáticas adversa.” comenta Giselle Vega, especialista senior en Agricultura del Banco Mundial.

2. Productos alternativos.

Las pérdidas ocasionadas por El Niño no solo afectan a los agricultores sino también a los consumidores. Si bien el fenómeno impacta los ecosistemas marinos y hace que ciertas clases de peces desaparezcan, hay otras especies cuya reproducción es favorecida por las altas temperaturas, por ejemplo, el bonito, un pescado de altos valores nutricionales que se obtiene en el mar del Perú.

3. Nuevas técnicas de aprovechamiento de agua.

Otro de los grandes problemas se presenta por el almacenamiento de agua y la escasez de precipitaciones que se presentan en algunas zonas del país durante el evento de El Niño. La falta de lluvias no permite llenar los reservorios ni regar los campos que dependen de ellas, por lo tanto, las cosechas son menores en todo el país y la oferta de alimentos baja durante todo el año. Reforestar las partes altas de las cuencas y tecnificar el riego ayuda optimizar el aprovechamiento del agua.

4. Racionar el uso del agua y de energía

Esta idea debe tenerse en cuenta siempre. Cuidar del agua y racionar las cantidades que son usadas en nuestras actividades diarias permitirá que haya más agua disponible para otras actividades. Se debe pensar como comunidad y no individualmente. Lo mismo sucede con el uso de energía.

5. Preparase como país

En el Perú y otros países andinos, no sólo los cultivos se ven afectados. Las lluvias también pueden ocasionar deslizamientos de los cerros e interrupción de las carreteras, haciendo que los productos se queden en la vía y que se pierdan por falta de refrigeración.

Como parte de la prevención, el Banco Mundial ha asegurado una línea de crédito para el Perú y otros 11 países, que se activan en caso de emergencias. De este modo, los gobiernos pueden obtener fondos a gran escala inmediatamente para reconstrucción y obras de recuperación.

Recordemos que mantenerse informado y prepararse para los efectos de fenómenos climatológicos como El Niño resulta esencial para mantener la comida en nuestras mesas y las mesas de todo el mundo.