La atención de los inversores se centra desde hace año y medio en el impacto que el desplome de precios está teniendo en las grandes petroleras. Pero las brutales condiciones que afrontan el mercado de la energía se extienden por toda la industria. Peabody Energy, el mayor productor privado de carbón del mundo, advierte de que sus días están contados porque no está en condiciones de soportar las deudas.
Peabody Energy no está oficialmente en suspensión de pagos, porque recurrió a un periodo de gracia de 30 días que vence a mediados de abril. Pero la incertidumbre en el mercado del carbón por la debilidad de la economía global, junto a una regulación medioambiental cada vez más estricta, hace muy complicado que pueda dar con una solución inmediata para reestructurar su deuda.
El productor de carbón registró pérdidas de 2.000 millones de dólares en el ejercicio 2015. Los ingresos cayeron casi un 20%, a 5.600 millones, por el efecto combinado de la disminución de precios y la caída en la demanda. Al descenso de las exportaciones hacia los países emergentes se le suma el uso de carbón por parte de las compañías dedicadas a la generación eléctrica en Estados Unidos.
La Administración que preside Barack Obama acaba de introducir una serie de medidas reglamentaria para reducir los gases de efecto invernadero, dirigidas a las plantas que utilizan el carbón como combustible. El gas natural, mucho más barato, se está convirtiendo en la fuente alternativa. La nota a los inversores expresa así sus dudas a que la compañía pueda seguir existiendo en estas condiciones.
El carbón es una roca sedimentaria de color negro con un alto contenido en carbono y cantidades variables de otros elementos como hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno, siendo utilizado principalmente como combustible fósil, tratándose por tanto de un recurso no renovable. Tres de las 10 mayores minas de carbón del mundo están ubicadas en la cuenca del río Powder en Wyoming, Estados Unidos.