Más de la mitad de los bosques pluviales de la Tierra ya se han perdido para siempre debido a la insaciable demanda humana de madera y tierra de cultivo. Los bosques pluviales, que en su día ocupaban el 14 por ciento de la superficie del planeta, ahora solo cubren alrededor del 6 por ciento. Si las actuales tasas de deforestación continúan, estos hábitats cruciales podrían desaparecer por completo en los próximos cien años.

Las razones para la explotación abusiva de los bosques pluviales son eminentemente económicas. Las naciones prósperas impulsan la demanda de madera tropical, y los gobiernos necesitados de recursos suelen otorgar concesiones madereras por una fracción del valor real de la tierra. Las políticas de cesión de tierras a colonos también animan a los ciudadanos a talar parcelas completas para levantar granjas. Para frenar la pérdida de bosques pluviales, las estrategias clave consisten en sustituir la tala indiscriminada por prácticas sostenibles de actividad maderera y agrícola.

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Amenazas

Las empresas madereras talan los árboles de los bosques pluviales para obtener madera empleada en suelos, muebles y otros objetos.
Las centrales eléctricas y otras industrias talan y queman árboles para generar electricidad.
La industria papelera convierte enormes extensiones de bosque pluvial en pulpa.
La industria ganadera usa técnicas de tala y quema para obtener tierra para sus ranchos.
Las empresas agrícolas, en especial la industria de la soja, talan bosques para obtener tierra de cultivo.
Los granjeros de subsistencia talan y queman zonas de bosque pluvial para conseguir leña, tierra de cultivo y pastos.
Las empresas mineras talan bosques para construir carreteras y explotar minas.
Los gobiernos y las industrias talan bosques para construir carreteras de servicio y tránsito.
Los proyectos hidroeléctricos inundan hectáreas de bosque pluvial.
Soluciones

Un régimen de tala sostenible que determine la tala selectiva de árboles, en lugar de la tala total del bosque, salvaría millones de hectáreas al año.
Poner en marcha campañas para concienciar a la gente sobre la destrucción causada por el uso de madera de bosques pluviales y para animarles a adquirir productos sostenibles de bosques pluviales reduciría la demanda lo suficiente como para frenar la deforestación.
Animar a las personas que viven cerca de los bosques pluviales a recolectar lo que ofrecen (bayas, frutos, medicinas) en lugar de talarlos para obtener tierra para actividades agropecuarias ahorraría millones de hectáreas.
Las moratorias del gobierno sobre la construcción de carreteras y grandes proyectos de infraestructuras en los bosques pluviales ahorraría muchas hectáreas.