El avión Solar Impulse 2, un aparato propulsado exclusivamente con la energía proveniente del sol, aterrizó el sábado por la noche en California proveniente de Hawái, la novena etapa de un total de trece para dar la vuelta al mundo.
“Dejamos atrás el Pacífico, queridos amigos. Me encantó, pero ya está hecho”, dijo el aventurero suizo Bertrand Piccard, piloto del avión experimental, antes de aterrizar en el aeropuerto californiano de Moffett Airfield, al sureste de San Francisco.
“Es genial estar en California, la tierra de los pioneros”, dijo ya en tierra, con el cofundador de Google y firme defensor de las energías alternativas, Sergey Brin, junto a él.
“La innovación y la vanguardia deben continuar. La revolución de las tecnologías limpias tiene que seguir adelante”, destacó.
Piccard, un médico de 58 años, dijo que la travesía de 62 horas entre Hawái y Silicon Valley en solitario había sido una de las experiencias “más increíbles” de su vida.
“Apuesto a que en diez años, los aviones eléctricos podrán transportar hasta a 50 personas. Esto ocurrirá”, agregó.
“Esto no es ciencia ficción. Es real”, declaró entusiasmado.
Piccard y su socio, el también suizo André Borschberg, de 63 años, empezaron su vuelta al mundo el 9 de marzo de 2015 cuando el Solar Impulse 2 despegó de Emiratos Árabes Unidos.
Como la aeronave no admite más que un piloto, se han ido alternando las etapas. La próxima, cruzar Estados Unidos y llegar a Nueva York, estará en manos de Borschberg.