Cultivar sin químicos no sólo garantiza la soberanía alimentaria de un pueblo, sino que permite reducir la cantidad de gases contaminantes.

Los panameños se enfrentan en el aspecto medio ambiental a dos grandes desafíos: por un lado el carácter persistente y acumulativo del proceso de agotamiento, deterioro y contaminación al que están expuestos todos los recursos naturales que los rodean. Por otro, las amenazas y peligros inducidos por el cambio climático.

El riesgo latente del cambio climático se manifiesta con el incremento de la temperatura y la afectación por fenómenos naturales como sequías, inundaciones, huracanes, e incendios forestales, entre otros fenómenos climáticos, manteniéndonos en estado de vulnerabilidad estructural en la agricultura, la salud humana, infraestructura, el deterioro y la destrucción del medio ambiente, los recursos naturales y la biodiversidad.

Mientras tanto, en el ámbito mundial está emergiendo un consenso en cuanto a la necesidad de nuevas estrategias de desarrollo agrícola sustentable para asegurar una producción estable de alimentos que sea acorde con la calidad ambiental.

Entre otros, los objetivos que se persiguen son la seguridad alimentaria, erradicar la pobreza y conservar y proteger el ambiente y los recursos naturales. Aunque la agricultura es una actividad basada en recursos renovables y algunos no renovables (petróleo), al implicar la artificiosidad de los ecosistemas, esta se asocia al agotamiento de algunos recursos.

La reducción de la fertilidad del suelo, la erosión, la contaminación de aguas, la pérdida de recursos genéticos, además de implicar costos ambientales, también tienen impacto en los aspectos sociales y económicos.