El cambio climático aumentará la frecuencia de las sequías, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos, como son las olas de calor. Según la UNICEF, quienes sufrirán las peores consecuencias serán los niños y niñas, en especial aquellos que viven ya de por sí en circunstancias de vulnerabilidad y pobreza.
“Aunque estas amenazas plantean graves riesgos para todos, los niños, en especial los más pobres y vulnerables, se llevarán la peor parte de los efectos”, ha explicado a la prensa la portavoz del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en Etiopía, Alexandra Westerbeek. “Los riesgos para las vidas, la salud, la seguridad y los futuros de los niños serán inmediatos y prolongados”, ha subrayado.
Según las estimaciones de UNICEF incluidas en su informe A menos que actuemos ahora: El impacto del cambio climático en los niños (publicado en noviembre del 2015), casi 530 millones de niños viven en zonas altamente propensas a las inundaciones, de los cuales más de 300 millones habitan en países donde el 50 por ciento o más de la población vive con menos de 3,10 dólares diarios. La mayoría de estos niños residen en Asia.