El momento más emotivo de la ceremonia fue el encendido del pebetero. El primero en entrar en Maracaná portando la llama Olímpica fue el tenista Gustavo Koerten, que entregó la antorcha a la jugadora de baloncesto Hortencia Marcari. Pero el gran honor de encender el pebetero recayó en el ex maratoniano Vanderlei Cordeiro da Lima, vencedor del bronce en los Juegos de Atenas 2004. La llama Olímpica luce ahora en el pebetero hasta el final de los Juegos, el próximo 21 de agosto.
Las medidas del pebetero se redujeron pensando tambien en el calentamiento global y mantener la filosofia de unos juegos amigables con el medio ambiente.